En los 130 kilos de la lucha grecorromana, en América y en el mundo, las opciones de brillar dependen de en qué ronda toque como rival Mijaín López. El cubano, invencible, se topó con Yasmani Acosta en las semifinales, condenando al chileno a pelear un bronce.
Yasmani (30) soñaba con las medallas internacionales desde pequeño, en su natal Cuba, pero la presencia del mismo López le quitó siempre protagonismo.
Desde que se vino a Chile, en 2015, tomó la idea de nacionalizarse y competir por Chile. En Lima hizo su debut en unos Juegos Panamericanos. "Salí a disfrutar, a pasarla bien, con un poco de presión al principio, porque es primera vez que estoy en un evento de esta magnitud, Después, con los combates me fui relajando más y las cosas salieron bien", confiesa Acosta.
En primera ronda se encontró con el estadounidense Adam Coon, quien no fue rival: triunfo por superioridad técnica por 8-0 en el primer período.
En semifinales apareció el famoso Mijain, dando la impresión de que en cualquier momento hace el movimiento decisivo. Dos veces fue penalizado Acosta hasta que el isleño se impuso por 4-0 en el primer período.
"Él es una leyenda del deporte cubano. Somos amigos, hemos almorzado todos los días juntos, pero arriba del colchón, a la hora de luchar, hay que luchar", señala Acosta.
En este deporte, los dos perdedores de semifinales luchan cada uno por un bronce ante los deportistas eliminados en cuartos. En ese escenario, el argentino Luciano del Río nunca fue rival para Acosta. El chileno se puso rápidamente 9-0 hasta firmar superioridad.
El oro fue para López.
Rumbo a Astana
Ahora Acosta se centra en el Mundial de Astana, en septiembre, donde los medallistas clasifican a los Juegos Olímpicos. "El combate con Mijail sirve, sirve para pararme y ver qué errores mejorar de cara al Mundial, me sirve de motivación", asegura Acosta.
Sobre su primera experiencia con la camiseta nacional no duda: "Feliz de poder competir por Chile, saber que hay muchas personas apoyándome y al tanto de lo que pasa en mi deporte".