“Yo le voy al Necaxa”: el equipo mexicano entra a la cancha con el gorro típico de Don Ramón

El Necaxa y Don Ramón van de la mano. La relación entre ambos es indisoluble. En Latinoamérica y hasta en el resto del mundo, debe haber pocos que no recuerden los momentos en que el mítico personaje de El Chavo del 8 recordaba al que reconocía como el club de sus amores, aunque en un capítulo, forzado por la circunstancia de eludir el pago de la renta, tuvo que cantar en honor al Monterrey, la escuadra a la que seguía el Señor Barriga, el dueño del departamento en el que habitaba. El mítico 72 de la vecindad en la que convivían El Chavo, Quico, La Chilindrina, La Bruja del 71 y al que solía llegar, como visita, el Profesor Jirafales.

Hace poco, Los Rayos le rindieron un significativo homenaje al hombre que realizó todos los oficios imaginables, aunque con escasa fortuna. En diciembre, presentó una camiseta inspirada en el color de la gorra que el personaje interpretado por Ramón Valdés se sacó en contadas oportunidades durante el desarrollo de la serie.

En ese tributo, que fue anunciado a través de un emotivo video, fue mencionado un chileno: Ivo Basay. El Hueso es reconocido como un de los jugadores más importantes en la historia del club, lo que queda de manifiesto en un registro de audio. “Ágil, veloz, habilidoso, inteligente y contundente en la red, el crack chileno demostró ser el centrodelantero...”, sostiene el recuerdo. Esa vez, el exseleccionado manifestó su satisfacción a El Deportivo. “Es un orgullo, de todas maneras. Años después de haber estado, que me recuerden es lindo”, reconoció.

“En ese tiempo Necaxa había perdido la identidad y la figura de Don Ramón era importante. Era tan conocido como que que Chespirito le iba al América. Se marcaba mucho el gusto por los personajes de El Chavo del 8, como en toda Latinoamérica”, graficó, a modo de certificar el vínculo.

Este fin de semana, el Necaxa comenzó su participación en la Liga MX. Lo hizo con una derrota por 2-3 frente al Atlético San Luis. Sin embargo, aunque el resultado refleja la intensidad del duelo, lo más llamativo no estuvo en los 90 minutos, sino antes.

Al momento de ingresar el campo de juego, los jugadores de la escuadra que dirige Andrés Lillini lucieron la nueva camiseta y la mencionada gorra. El problema fue que, si pretendía serlo, la cábala no resultó. Recurriendo a una de las situaciones más típicas de una de las series más vistas en el continente, el técnico argentino debió recibir a sus pupilos con un coscorrón y otra de las frases que caracterizaron a Don Ramón: “Y no te doy otra nomás, porque...”.