El Consejo de Presidentes del fútbol chileno dio un golpe en la mesa respecto del Torneo Nacional de 2024. La mayoría de los dueños de clubes decidieron aumentar los cupos de extranjeros respecto del campeonato que recién terminó. En esa línea, en la próxima versión de la liga nacional cada equipo podrá inscribir seis futbolistas foráneos, de los cuales todos podrán estar en la cancha al mismo tiempo.
Es decir, uno más que la versión 2023. Una situación que levantó polémicas entre los diferentes actores del fútbol chileno. Entre ellos, el Sindicato de Futbolistas Profesionales que alzó la voz para cuestionar la decisión de los equipos.
“Esta decisión afecta negativamente en la formación de jugadores nacionales y en la competitividad de la selección chilena. Tampoco ayuda ni garantiza una mayor competencia en nuestra liga, sino que potencia el negocio de los clubes cuyas propiedades son o están relacionadas con agentes de jugadores”, estableció el SIFUP.
Igual de frontal fue la opinión del Colegio Profesional de Entrenadores de Fútbol del país. Según la visión del gremio que aglutina a los técnicos, esta decisión obstruye el desarrollo de los atletas locales.
“Una decisión de este tipo no tiene fundamento alguno, pues no existen ejemplos que aseguren el éxito con la presencia de futbolistas extranjeros por sobre jugadores locales en los últimos años”, explicó el colegio de adiestradores en un comunicado.
Así también apuntó que “tener más futbolistas foráneos que chilenos en los equipos de la división de honor, no hace más que obstruir el desarrollo de los futbolistas chilenos y por consiguiente de nuestra actividad a modo general. Se perjudica aún más la formación de nuevos talentos, el Fútbol Joven y los proyectos a largo plazo”.
Una opinión que choca con la visión de los expertos. Así se desprende de las palabras de Fernando Ferreira, director de la consultora brasileña Pluri, la más reputada en cuanto a los estudios de fútbol y marketing en el país de los pentacampeones. A su juicio, la apertura de las ligas a mayor cantidad de futbolistas de afuera puede ser un catalizador para el desarrollo. Sin embargo, también advierte que el solo hecho de implementar la medida, no garantiza el éxito al ciento por ciento, ya que todo depende de la calidad de los refuerzos.
“Cuantos más extranjeros usted pueda contratar, es mucho mejor. Pero, lógicamente, eso siempre tiene que ver con la competitividad de los futbolistas locales. La medida por sí sola no soluciona el problema. Si usted termina contratando jugadores peores que los chilenos no soluciona nada. Sin embargo, se ve en los mercados abiertos que la competencia crece”, advierte el economista.
Asimismo, Ferreira reconoció que la experiencia de este aumento puede ser un catalizador para fomentar el crecimiento y desarrollo de los nuevos valores locales. Incluso, insiste que la importación de futbolistas puede favorecer la evolución de virtudes futbolísticas desconocidas, hasta entonces. Según el consultor, el ejemplo más famoso de esta premisa es la Premier League de Inglaterra, el mejor torneo de Europa.
“Yo creo que aumentar el número de extranjeros es algo positivo. Ha quedado de manifiesto que los países que abren la cantidad de mercado ven una mejoría general. Tiene un efecto técnico, para que el jugador local se desenvuelva mejor, ya que incorpora otras características. Incluso tiene efectos en la Selección, ya ves lo que pasó en Inglaterra, cuando el mercado se abrió incidió en la Premier y en su equipo nacional”, dice el titular de Pluri.
Las potencias en la línea
Lo cierto es que la realidad es muy parecida en el resto de Sudamérica. Cuando se habla de éxito a nivel de clubes, Brasil ha ganado las cuatro últimas versiones de la Copa Libertadores.
En febrero pasado, la mayoría de los clubes de la Serie A decidió sumar dos extranjeros más a los cinco que ya se podían tener en cancha en el Brasileirao para llegar a siete. Incluso, las bases del mejor torneo del planeta, según la IFFHS, no tiene restricciones respecto de la contratación de foráneos.
Una resolución que tampoco impacta en el trabajo de su selección nacional, ya que el último título del Scratch se remonta a la Copa América de 2019 que se disputó en el país de la samba, a pesar de que el ansiado sexto título planetario no lo ha podido conseguir en las últimas cinco versiones del Mundial.
“Brasil, por ejemplo, era un país muy cerrado que solo permitía solo dos jugadores, hace diez años. Ahora, es una especie de mercado intermediario para muchos jugadores que van a Europa, porque la competitividad y la visibilidad es mayor. Sirve a los jugadores para mostrarse y hacer un contrato mejor en Europa. Ahora la mayoría de los técnicos y figuras son extranjeras. Mira en Vasco da Gama, por ejemplo, que gracias al aporte del DT argentino Ramón Díaz, además del chileno Gary Medel y el francés Dimitri Payet, permitieron dejar al equipo en la primera categoría”, dice el consultor brasileño.
Argentina, la otra potencia del fútbol en este lado del mundo, tiene números muy parecidos a los de la nueva versión chilena. En el país transandino, cada club de Primera puede inscribir seis jugadores y tener a cinco en la planilla de cada partido.
Numeroso para una nación que hace un año ganó su tercera Copa del Mundo, en Qatar 2022. Y que, encima, ganó la última versión de la Copa América en 2021. En cuanto a clubes, la última vez que levantó la Libertadores fue en 2018, con la final en la que River Plate venció a Boca Juniors en el Santiago Bernabéu de Madrid.
El resto de la región
Realidades dispares marcan el resto de los países del Cono Sur. El torneo que más futbolistas foráneos permite por club es la liga de Ecuador. Cada club del país del Guayas puede contratar a ocho atletas nacidos fuera del país, de acuerdo con la reforma hecha en 2023. Incluso, no existen restricciones para que todos ellos jueguen al mismo tiempo en un partido. Tanto que, en algunos partidos, Barcelona de Guayaquil tuvo ocho extranjeros y dos naturalizados ecuatorianos en esta temporada.
Paraguay también reformó recientemente sus bases. Si bien cada equipo puede contratar los extranjeros que quiera, lo cierto es que solo se permiten cuatro en cancha por club. Perú, otra de las ligas más discretas de Sudamérica según el ranking del IFFHS, tiene la misma cantidad que los chilenos: seis en los planteles y seis en cada duelo del campeonato. Las ligas de Venezuela y Bolivia también pueden tener seis en la plantilla, pero solo pueden poner a cuatro en cancha. Uruguay permite seis en cada plantel, pero solo tres pueden estar en el campo de juego.
En la región, el único país que escapa a la norma es la liga de Colombia, en la que prevalece el apoyo a los deportistas nacionales. El torneo cafetalero puede tener cuatro en cada equipo y solo tres en la cancha.
La experiencia nacional
Pero al margen de las opiniones, la principal manera de evaluar el aporte de los atletas nacidos fuera del territorio nacional está en los números, en la incidencia que tienen en general en el rendimiento del equipo. De acuerdo con el estudio realizado por La Tercera, los extranjeros que disputaron el Campeonato Nacional 2023 apenas superaron la mitad de los minutos totales de los equipos.
Los 80 futbolistas de fuera de Chile que pasaron por las canchas chilenas solo lograron un promedio de 55,5% de los minutos totales de los equipos. El cuadro nacional que más aprovechó este tipo de refuerzos fue Palestino, que consiguió una participación de más del 72%, seguido muy de cerca por Ñublense de Chillán, que completó poco más del 71%.
“Chile es un país que necesita desarrollar más la formación de jugadores y un ambiente más competitivo entre los clubes. Necesita tener una liga más fuerte, equipos más potentes. Medidas como el aumento de extranjeros da a los dueños de los clubes más opciones de hacer equipo. Chile tiene una economía más fuerte que la mayoría de los países latinoamericanos, que al menos en el papel permite una mejor estructura de scout para mirar fuera del país. Una situación que le permite formar mejores elencos”, explica Ferreira.
En la otra punta del estudio están los deportistas importados que menos aportaron al bagaje de sus equipos. Paradójicamente, los dos equipos que muestran peores números en este ítem son el campeón Huachipato y el monarca de la Copa Chile, Colo Colo. En ambos elencos, el aporte de minutos de los extranjeros solo fue un poco superior al 40% de los minutos totales.
Pero en la faceta del juego en la que más llegan foráneos es en la delantera. Tres de los cuatro máximos goleadores del torneo chileno son extranjeros. Todos argentinos. Fernando Zampedri, de Universidad Católica, se consagró como el mayor artillero del campeonato por cuarta vez, con 17 goles. Uno más que otro transandino: Rodrigo Holgado, de Coquimbo Unido. Recién en el tercer puesto asoma el primer chileno: Patricio Rubio, de Ñublense, con 15 conquistas. Leandro Garate de Unión Española cierra esta selecta lista con 14 tantos. Situación que evidencia el dominio claro de los extranjeros.