El 72,8% de quienes ganaron una alcaldía como independientes ya habían competido en elecciones por un pacto o partido político

Según las estadísticas que arrojaron las recientes elecciones municipales, 103 fueron los alcaldes electos que hicieron candidaturas independientes y fuera de pacto. La cifra llamó la atención de inmediato, instalándose la idea de un cierto descontento con la política tradicional, porque ese poco más de centenar de ediles aparentemente independientes se acercaron en fuerza a los 111 alcaldes que logró Contigo Chile Mejor (AH, FREVS, FA, PC, PL, PPD, PR, PS y PDC) y los 122 que alcanzó Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli).

Sin embargo, muchas de las nuevas autoridades tienen un pasado que no se puede ocultar y que, en su mayoría, los tuvo como candidatos en recientes elecciones representando a algún partido o bien, como independientes de algún pacto político.

En ese sentido, según el registro del historial de cada candidato en el sitio del Servicio Electoral (Servel), 75 de los 103 alcaldes electos como independientes fuera de pacto, es decir el 72,8%, fueron candidatos abanderados con partidos o con pactos en alguna elección desde el retorno a la democracia. Algunos, de hecho, se cambiaron entre partidos antes de optar por la independencia.

Al hacer zoom a esa estadística, se tiene que 29 fueron candidatos por Chile Vamos desde las municipales de 2021 hacia atrás, y otros 43 por el pacto hoy conocido como Contigo Chile Mejor, es decir, donde estuvo el oficialismo. Tres candidaturas, además, representaron a otras grupos representativos, como la Lista del Pueblo o Igualdad.

Y ahí la DC o algunos de sus antiguos pactos es mayoritaria en cuanto a candidatos que pasaron por sus filas eleccionarias, con 20, entre quienes se cuenta a José Colihuil, candidato a concejal democratacristiano en 2016 y 2021 por Freire, y hoy alcalde. El caso es similar al de José Flores, en la carrera para concejal de Codegua por el mismo partido en 2012 y 2016, ganando en 2021 como alcalde independiente.

RN, con más de 10, también tiene alcaldes que en el pasado fueron aliados o pasaron por sus filas, como Pablo Astete, quien compitió para concejal y alcalde de Villarrica representando a ese partido desde 2004 hasta 2021. O en Ercilla, donde Luis Orellana fue concejal en 2012.

La UDI tiene también sobre una decena de estos casos. Jorge Morales en Trehuaco, Ariel Miranda en Ñiquén, Ana Mayorga en Natales o Verónica Rossat, en Hijuelas, son algunos ejemplo de candidaturas otrora encapsuladas junto a la Unión Demócrata Independiente.

Conocido es también el caso de Catalina San Martín, vencedora en Las Condes, comuna a la que llegó como concejala por Evópoli en 2021 antes de consagrarse como independiente en la presente elección. Su postulación, de hecho, estuvo envuelta en polémicas por el fuego cruzado en la oposición, con declaraciones de libertad de acción de diversas colectividades. A pesar de esto, la abogada terminó venciendo a Marcela Cubillos.

En el hoy oficialismo, en tanto, Matías Toledo también destaca en estas elecciones: electo como alcalde de Puente Alto logró desplazar a Chile Vamos, que durante años dominó la comuna. Toledo, quien anteriormente fue candidato a diputado por el Partido Igualdad -considerado parte del oficialismo- venció en esta ocasión a Karla Rubilar.

Otro caso es el de Orlando Vargas, electo en Arica, quien ya había sido diputado independiente con apoyo del PPD en 2010 antes de consagrarse en la presente elección. También destaca el alcalde reelecto de Cerro Navia, Mauro Tamayo, exmilitante del PC, quien fue parte de la colectividad hasta 2012. Asimismo, Rabindranath Acuña, quien representó al PS como senador y alcalde, fue finalmente elegido como edil de San Rosendo.

Para Pepe Auth, analista político, el fenómeno de 2021 con candidatos independientes se repitió en 2024, ahora con más presencia en comunas grandes, como Puente Alto y Las Condes. “Como la gran mayoría corresponde a exmilitantes o independientes con posición política definida, es muy probable que vuelvan a alinearse con sus tiendas originarias o al menos con los bloques de los que forman parte éstas”, dice.

Esta señal de independencia tiene que ver, añade, “por un lado, con la pérdida de legitimidad de los partidos y la valoración de la independencia como un rasgo positivo en sí mismo, pero también con la manera poco democrática en que los partidos deciden las candidaturas. Han convertido las primarias en una excepción a la regla”. Esto, dice, porque de hacerlo “perderían poder”.