Actor de Atlanta cuenta el transfondo del mejor episodio de la serie
Bryan Tyree Henry, quien interpreta a Alfred "Paper Boi" Miles, explica a La Tercera cómo el luto fue la principal inspiración para el elogiado capítulo Woods.
Atlanta es una serie que pareciera exigirle al público no tener ninguna expectativa o idea preconcebida sobre hacia dónde irá la trama. Capítulo a capítulo, la serie que su creador y protagonista, Donald Glover, alguna vez definió como "Twin Peaks, pero con raperos", puede ignorar completamente eventos que acaban de ocurrir, mientras sus protagonistas viven una cotidianidad en donde lo insólito es la regla.
Pero si la primera temporada se caracterizó por jugar habitualmente con el absurdo y el realismo mágico de la ciudad de Atlanta, el segundo ciclo ha experimentado radicalmente con los géneros. Definir a Atlanta como una "comedia" hoy en día ya se queda corto, con episodios derivando hacia el drama y en un par de casos, el terror.
También ha transformado a su supuesto protagonista en el aspecto menos importante de la historia. De los ocho episodios que ha emitido la temporada -martes a las 22.30 por Fox Premium Series-, en los últimos cuatro Earn (Glover) no ha tenido más que cameos, con cada capítulo enfocándose en un personaje distinto del elenco: uno para el místico Darius (Lakeith Stanfield), uno para Van (Zazie Beets), la madre de la hija de Earn y su ex novia, y dos para Alfred 'Paper Boi' Miles (Brian Tyree Henry), el primo de Earn y un ascendente rapero. El último de estos, Woods, ha sido aclamado como el mejor capítulo de la serie.
Un día en la vida de Alfred, como de costumbre hastiado con la creciente fama que le ha traído el ser Paper Boi, termina dando giros cada vez más oscuros. Tras discutir con una cita por negarse a aceptar una vida más glamorosa, y según él, falsa, el rapero decide volver caminando a su casa. La decisión tiene terribles consecuencias: el personaje es asaltado y golpeado, escapando apenas con su vida, sólo para terminar perdido en un bosque, donde un vagabundo nuevamente lo pone en un peligro mortal. A diferencia de cada capítulo, que termina con una canción, este episodio termina en silencio, dedicado a Willow Deane Kearse, la fallecida madre del actor que da vida al personaje.
"Me sentí muy honrado cuando me preguntaron si podían hacer esa dedicatoria", explica Brian Henry a La Tercera. "Stefani (Robinson, la guionista) escribió Woods inspirada en lo que me vio atravesar en mi vida, porque yo perdí a mi madre cuando estábamos terminando de grabar la primera temporada. Y nunca tuve tiempo de vivir ese luto. Tuve que empezar la etapa de promoción y pasar de entrevista en entrevista hablando de Atlanta", agrega el actor.
El episodio da pistas que la odisea de Alfred es, en parte, una metáfora sobre el luto. Al comienzo del capítulo, el rapero alucina con su madre, también muerta en la ficción, mientras que ya en el bosque, el vagabundo que lo persigue -el cual no queda claro si es real o no-, atormenta al personaje con una referencia a su, que gatillan una emotiva interpretación de Henry.
"Me ayudó mucho lo que Stefani y Hiro (Murai, el director) hicieron con este episodio, porque lo que vive Alfred es de cierta forma lo que estaba viviendo yo. Porque sentía que mi vida había asaltado y golpeado, que me había robado la oportunidad de llorar a mi madre. Creo que Stefani capturó eso a la perfección, porque déjame decirte que esa sensación de sentirte perdido en un lugar que conoces tan bien es aterradora", dice.
Un lugar seguro
El capítulo también desarrolla de forma inédita a un personaje que parecía no tener mucho conflicto más allá de su antagónica relación con la fama y todo lo que implica.
"Cuando íbamos a filmarlo, no sabía en qué dirección querían llevar a Alfred, porque la verdad es que nadie sabe mucho de él. De Earn sabes todo, que tiene padres, que tiene una relación compleja, que tiene una hija. En cambio de Alfred sólo sabes por un momento en la primera temporada que su madre está muerte, pero no lo ves lidiar con eso", explica Henry, agregando: "aquí se me permitió mostrar un lado de Alfred que no se conocía, que es que no importa cuanta fama obtenga, siempre hay una soledad dentro de él. Es muy extraño tener la oportunidad de mostrar a un personaje, sobre todo a hombres negros, así de vulnerables. Siempre nos tenemos que mostrar rudos o como los patriarcas de una familia, y no siempre es así, ¿sabes? También sentimos dolor".
La segunda temporada de Atlanta, a la que le quedan sólo tres episodios, llegó con el subtítulo Robbin' season, una alusión a cómo se conoce coloquialmente la época antes de Navidad en la ciudad norteamericana, donde aumentan los robos y los crímenes. Y si bien en la temporalidad de la serie ya pasó Año Nuevo, Henry asegura que el espíritu de ese título seguirá presente en los episodios finales. "Esta temporada muestra que cualquier cosa te puede ser arrebatada. Entonces tienes qué preguntarte qué es lo realmente importante en tu vida. Van, Earn, Darius y Alfred se están dando cuenta que nada sagrado, y que todo tiene su costo", asegura.
En un contexto en donde el racismo sigue siendo un problema muchas veces fatal en la sociedad norteamericana, Henry valora la existencia de una serie tan orgullosamente negra como Atlanta. "Es difícil sentir que alguien te defiende en este país, porque nos siguen arrestando hasta cuando vamos a Starbucks. Por eso me gusta que la gente negra de este país sienta que tiene una serie que es de ellos y que los representa", asegura, agregando: "es muy fácil ver a un hombre como Alfred y asumir que es peligroso. Son micro agresiones con las que tengo que lidiar todos los días yo también. Y no quería interpretar a Alfred así, quería hacer posible que existiera un lugar donde puede ser quien es, sin nadie negándole nada por su apariencia. Y esta serie es ese lugar".
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