Con motivo del Día del Refugiado, artistas como Ana Tijoux, Américo, Javiera Parra y Pablo Illabaca cantarán hoy desde sus balcones para hacer un homenaje a las personas que se han visto obligadas a abandonar sus países a causa de la guerra, la violencia y la persecución.

En el informe anual de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Tendencias Globales, presentado el jueves, mostró que un número sin precedentes de 79,5 millones de personas estaban desplazadas a fines de 2019. Es la cifra más alta jamás registrada por ACNUR.

El informe también señala que disminuyeron las posibilidades para las personas refugiadas que esperan en una solución rápida de su difícil situación. En la década de 1990, un promedio de 1,5 millones de refugiados pudieron regresar a sus hogares cada año. Durante la última década, ese número se ha reducido a alrededor de 385.000 personas, lo que significa que el aumento en el desplazamiento hoy supera ampliamente las soluciones.

La agencia en Chile quiso conmemorar el Día del Refugiado con la actividad “Quédate en casa y #asómate a tu ventana o sal a tu balcón” hoy las 17:00hrs. La idea, explican es que las personas puedan hacer música y compartir con la comunidad, cantando, tocando instrumentos, bailando o con cualquier otra actividad, se graben y la puedan subir a sus redes con el #asómate y etiquetando las redes de ACNUR. (Instagram: @acnur y twitter: @ACNURSuramerica)

Campamento de refugiados palestinos en el sur de la Franja de Gaza. Foto: AFP

“Sabemos que, por medio de la música, podremos generar una instancia que nos permita reconectarnos como seres humanos, sin prejuicios ni barreras imaginarias de por medio. Hoy más que nunca es esencial dejar de lado la discriminación y comenzar a mirarnos con el corazón, no importa quienes seamos o desde donde venimos”, explicó la jefa de la oficina de ACNUR Chile, Ana Ferrero.

“Se trata de personas que, de un día para otro y de forma involuntaria, lo han perdido todo y no les ha quedado otra opción que dejar sus pertenencias y alejarse de sus seres queridos. Desgraciadamente, muchas veces cuando llegan a los nuevos países de acogida, el dolor de las personas refugiadas continúa latente, al ser víctimas de discriminación, prejuicios y racismo. Sin embargo, si hay algo que la pandemia nos ha demostrado es que nuestra principal fortaleza como comunidad humana reside en nuestra unión, todos somos parte de una comunidad y nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo”, añadió.