Augusto Schuster ha intentado estar en todas en Viña. A su labor de jurado del certamen, ha sumado visitas a cada programa posible, sea televisivo, radial u online. El miércoles realizó una presentación acústica y una firma de autógrafos en un mall viñamarino, que casi se escapó de control por la marea humana que quería estar cerca de él. Entre medio, utiliza los momentos que puede en ensayar lo que será su presentación de este domingo, en la última noche del Festival. Un día practica baile, el otro canto, bajo el propósito de llegar con ambos aspectos resueltos y depurados para el momento decisivo.
Su nombre es uno de los que más fervor ha generado en una semana en que el ambiente viñamarino ha estado un poco más apagado que en años anteriores. No es el fenómeno histérico que fue Maluma en 2017, pero Schuster fue el más aplaudido durante la Gala del viernes, situación similar a la que se vive cuando presentan al jurado cada noche en la Quinta Vergara. Afuera del hotel Sheraton Miramar, donde hospeda junto al resto de los artistas, hay constantemente gente al acecho de su figura. "La verdad no me lo esperaba. Ha sido un cariño constante y muy intenso. Lo que pasó en el mall Marina fue una locura, y casi se nos fue de las manos con la cantidad de fanáticas. Estoy sorprendido y agradecido. Esto me sirve para llegar al domingo con energía", dice Schuster a La Tercera, con un tono notoriamente cansado tras terminar su ensayo de baile, aunque manteniendo una suerte de júbilo por el momento que vive.
Habiendo publicado en noviembre su primer disco, Bonsai, el domingo Schuster llegará al escenario más importante de su carrera musical, donde no sólo Chile, sino también toda Latinoamérica presenciará su propuesta de pop bailable. Es un instante decisivo en su trayectoria. El momento en que se puede catapultar al estrellato definitivo, dejar su rótulo de promesa y alcanzar su estatus como el gran astro masculino del pop chileno de ambición comercial.
"Desde muy chico que admiro a artistas como Michael Jackson. Y obviamente desde ahí he seguido a los artistas que han nacido desde él, como Justin Timberlake, Bruno Mars, Usher; los artistas que construyen sus conciertos con la música y el baile. Me fijo también en las presentaciones en vivo de mujeres, como Beyoncé y Jennifer Lopez. Ese tipos de espectáculos son lo que me encanta", dice.
Sin presión
Tras saltar a la fama hace poco más de diez años con Amango (Canal 13), Schuster ha intentado mantener su doble carrera como actor y músico creciendo en paralelo, aunque mientras la primera ha sido constante, la segunda ha quedado a ratos en segundo plano. Tras experiencias en producciones en el extranjero, hoy integra la popular área dramática de Mega. Mientras tanto, su faceta musical se construía más lentamente, con un puñado de singles esporádicos, lanzando finalmente su primer álbum en noviembre.
Pese a vivir un minuto estelar, el cantante evita catalogar el momento como un trampolín. "No creo que sea ninguna consolidación. Sí creo que es una vitrina para que la gente conozca esta faceta mía, que es la que más me hace feliz y me mueve. Mi disco muestra mucho lo que a mí me gusta hacer. Quiero mostrar mis capacidades y lo que he aprendido a lo largo de los años", explica, agregando: "Obviamente sé que esto es una vitrina al extranjero también. Pueden abrirse puertas después de esto, pero estoy yendo paso por paso. No lo veo como mi consolidación. Después de hacer el show del domingo, iremos viendo y estaremos atentos a aprovechar las oportunidades".
Schuster también prefiere no analizar en exceso la demora que ha tenido su carrera musical en tomar vuelo, ni responsabilizar a su vida como actor de aquello. "Yo no lo veo como un problema (el hacer ambas cosas). Si no se dieron los tiempos antes para lanzar el disco, fue por razones puntuales. Si hoy estoy acá (en Viña), es por algo. Creo mucho en los tiempos. Estoy orgulloso de lo que he hecho, sean errores o aciertos. Es muy importante ser paciente".
Tras la entrevista, Schuster va a descansar con el poco tiempo libre que le queda antes de volver a la Quinta Vergara como jurado. Seguirá ensayando con el domingo en el horizonte. Un momento que su protagonista no ve como un paso definitivo. Pero sin dudas puede ser el ticket definitivo al éxito masivo.