Fueron alrededor de tres años los que Blanca Lewin estuvo fuera de la televisión. Luego de Matriarcas, (TVN) la actriz tomó la decisión de alejarse de las cámaras para planificar su segundo embarazo. Todo salió según lo planeado, y por eso después se dedicó únicamente a la crianza de su hijo, a pesar de haber recibido algunas ofertas para participar en teleseries. Además, hubo entremedio un viaje al extranjero con su familia durante tres meses -debido a compromisos de su pareja, el periodista Daniel Matamala-, lo que solo extendió su distancia con la pantalla chica.
Pero una llamada desde Canal 13 revirtió todo. Porque la actriz fue invitada a participar en su nueva ficción nocturna, la primera que la señal realizará junto a la productora AGTV. En el thriller interpretará a Maite, una periodista que sigue enamorada de su ex, y que en el plano laboral no para hasta conseguir lo que se propone. En esta historia también participarán Pablo Cerda, Tamara Acosta y Néstor Cantillana, entre otros, y estará centrada en cuatro amigos cuarentones que deciden ocultar la muerte de una mujer, sucedida durante una despedida de soltero.
¿Extrañaba la estabilidad laboral que da la televisión?
Me gusta la idea de ir y volver, de entrar y salir. Durante años, cuando era más joven, pasaba de una teleserie a otra con poco tiempo entremedio y a veces empezaba a sentir que uno iba adoptando ciertas mañas de la tele. Mañas que iban desde perder cierta conexión con la realidad hasta empezar a repetir una forma de actuar que no era buena para otros formatos que me interesaban mucho. Ahora ya estaba echando de menos.
¿Por qué sintió que su regreso tenía que ser con esta teleserie?
Está comprobadísimo que los espectadores prefieren la ficción nacional en TV abierta. Muchas veces depende de cómo le vaya a las teleseries vespertinas o nocturnas, el cómo le va a ir a un canal en su totalidad. Es un buen momento, porque es justo cuando se produce un cambio interesante en la industria. Triste por un lado, cuando el canal decide dejar de producir ficción, pero interesante por lo que se puede hacer con AGTV. Con la mayoría he trabajado antes y esta teleserie tiene un guión extraordinario.
Las áreas dramáticas han estado con poca continuidad, excepto Mega. ¿Qué momento cree que vive la industria?
Efectivamente, la industria está revuelta, pero son estos proyectos los que me hacen tener esperanzas en que pronto volveremos a tener una buena competencia. Ojalá más productoras empiecen a meterse en este cuento porque, pese a lo que uno supondría, no son muchos en Chile los que manejan bien el formato teleserie.
Con este thriller, saldrán a competir con Mega.
A mí el rating nunca me ha importado mucho. A veces la gente prefiere ver una cosa por distintas razones. Puede que sea una buena historia, o puede ser también la costumbre. Mega hizo un trabajo de programación durante años que lo llevó a posicionarse donde está. Y, a veces, da la impresión de que le va a ir bien independiente de lo que sea que pongan en pantalla. Pero estos fenómenos son cíclicos. Por eso tengo confianza en esta reactivación. Por otro lado, Canal 13 tiene varias fortalezas en su programación.
¿Qué opina sobre las denuncias de abuso sexual y acoso que involucran a profesionales de la TV?
Me parece bien que salgan a la luz, si es que esto efectivamente genera una reflexión que permita cambios de comportamiento reales en quienes hacemos la industria. Prácticas que siempre fueron normales ya no tienen por qué serlo, y eso me da mucha tranquilidad y seguridad, de saber que puedo trabajar en un lugar sin miedo.