Cecilia Bolocco y Carlos Menem: un amor que empezó con un corazón Bulgari y terminó con un paparazzeo en Miami
El intenso matrimonio entre ambos es una de las historias más singulares de la farándula nacional. Hace unas semanas, la ex Miss Universo y su hijo, Máximo Menem Bolocco, fueron a despedirse del ex gobernante, quien ya estaba en coma, aunque solo él entró a la habitación.
“Lo amo, los dos nos enamoramos”, confesaba Cecilia Bolocco tras su fulminante flechazo con el galán de 70 años con fama de conquistador y affaires con Graciela Alfano y Cristina Tocco que, ese septiembre de 1999, recibió en el pueblo transandino de La Rioja a la diva de la televisión chilena, quien lo entrevistó para el mismo estelar donde anduvo en bicicleta con Alberto Fujimori y se besó con Miguel Bosé.
A los meses, Carlos Menem abandonó la Presidencia, selló el pololeo Santiago-Buenos Aires con un corazón de oro y diamantes de Bulgari en una cena en el Club House de las Brisas de Santo Domingo y comenzó una relación que terminó mal.
Un romance de paparazzi con portadas de Caras, Cosas, Gente, ¡Hola! y otros emblemas de la prensa del papel cuché aquí y al otro lado de la cordillera. Con la ex Miss Universo de 35 años posando su esplendor en vestidos de Rubén Campos y carteras de Louis Vuitton junto a Eduardo Frei y Martita Larraechea o llorando de emoción en el estelar de Susana Giménez.
Bolocco estaba en su peak aquí pero en Argentina vieron con malos ojos que repasara el musical Evita, usara casi el mismo rubio y posara desnuda cubierta una banda de piel albiceleste y con el peinado de la figura sagrada en la revista Para Ti. Le achacaron “sueños de Primer Dama” y se ganó cierto rechazo que nunca superó.
Y llegó la boda del año, el matrimonio que recorrió el globo. Tuvo ceremonia civil con aplausos y lágrimas de la novia en traje dos piezas beige en la casa del gobernador de Anillaco y una fiesta popular en el gimnasio Polideportivo del pueblo con invitación abierta.
En las gradas cientos de vecinos disfrutaron de un plato de locro, una sopa medio aguachenta y tibia con papas, zapallo y choclo, y un trozo de la torta de 40 kilos que hornearon el día anterior unas voluntarias.
Hubo un show de danzas folclóricas y variedades y un mesón principal donde se ubicaron los recién casados -que se negaron a los gritos de darse un “piquito”- y los Bolocco-Fonck que viajaron desde Las Condes y trataban de evitar cualquier gesto de “trágame tierra”. En vez de luna de miel, Menem quedó detenido en una confortable quinta y su esposa fiel se encerró con él.
El marido fue liberado y lanzó triunfal la campaña por un nuevo mandato, su mujer comenzó a llamarlo “dulcito” y realizaron un tratamiento de fecundación asistida. Aunque “dulcito” ya no estuvo junto a Bolocco como ella quería y pasó el embarazo sola en un hotel bonaerense.
El niño de sus ojos, Máximo Menem Bolocco, nació en la clínica Las Condes en noviembre de 2003. Los padres lo presentaron chochos en conferencia de prensa en la misma clínica y el pequeño, vivo retrato del papá, fue bautizado en la Parroquia de Zapallar. Fue un período de gracia, el último, ya que el ex mandatario pasó nueve meses en Santiago debido a otro problema judicial en su país. Luego todo se derrumbó. El político viajó a Argentina y no volvió más.
“Lo amo, lo respeto muchísimo, pero en definitiva su vida es la política y con suerte yo vengo después, en segundo lugar, con suerte. Y ahí también Máximo, con suerte en segundo lugar”, se quejaba ella.
El quiebre total llegó en mayo de 2007 cuando la animadora fue paparazzeada con Luciano Marocchino, un italiano de 54 años que hacía negocios en Chile y a quien había conocido poco antes. Durante su primer encuentro amoroso fueron captados desde un bote en la terraza de la propiedad de la conductora en Biscayne Point Circle. La dueña de casa estaba en topless.
Las imágenes se convirtieron en un escándalo internacional. La revista SQP agotó tres ediciones y el destino de la ex Miss Universo cambió bruscamente. Aceleró el proceso legal de su divorcio y se alejó de la televisión tras 19 años de carrera.
Perdieron todo contacto y Máximo vio a su padre en muy escasas ocasiones. “Seis u ocho veces”, declaró el niño. “Cecilia ha sido mamá y papá. No ha recibido apoyo de ningún tipo”, aseguró Diana Bolocco en medio de agresivas declaraciones de Zulemita y Carlos Nair Menem.
En 2018 Máximo convenció a su madre para viajar a la capital bonaerense a ver al ex Presidente. En una de sus visitas al domicilio lo dejaron esperando frente a la puerta.
A fin de ese año el chico fue operado de un tumor cerebral, Menem vino y estuvo unos minutos con él. Y hace unas semanas el adolescente y Bolocco fueron a despedirse del ex gobernante, quien ya estaba en coma, aunque solo él entró a la habitación.
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