Un viaje en el tiempo tiene mucho para ser recordada como un hito fílmico: es la primera película de más de US$ 100 millones en presupuesto en ser dirigida por una mujer afroamericana, tiene un elenco admirablemente multicultural y que pone a las mujeres al frente en una industria que suele postergarlas. Todos factores que elevan una cinta que, por resultados finales, quizás no deje una marca. La crítica ha sido tibia con ella, destacando su aspecto inclusivo y el espectáculo visual que brinda, pero poco más que eso, siendo menos positivos con una trama que nunca hace sentido del todo y que falla en ser lo profunda que busca ser.

Así, Un viaje en el tiempo, que llega a Chile este jueves, ocupa un lugar extraño en la historia cinematográfica reciente, generando un consenso sobre su importancia, a pesar que no muchos le hayan destinado reseñas positivas. Quizás la mayor señal sobre la relevancia de una cinta así, sea la repetición de una triste realidad moderna: algunos grupos online se han puesto de acuerdo para darle malas reseñas al filme en sitios como IMDB y Rotten Tomatoes, admitiendo no haberlo visto si quiera, pero buscando llevarle la contra a una película que ven como "propaganda políticamente correcta". O sea, manifestar el rechazo a una cinta que, como pocas, se preocupa de darles espacio a las mujeres y a distintas razas. En 2018, aún existen grupos que sienten que no ser racista ni sexista es algo negativo.

"La diversidad de la película es parte de la visión de Ava (DuVernay, la directora). Para mí era muy importante que ésta representara correctamente el mundo en el que vivimos hoy en día, y creo que lo hace de forma muy orgánica", explica a La Tercera el productor de la cinta, Jim Whitaker. "Creo que éxitos como el de Pantera Negra han abierto muchas puertas a futuro para filmes más diversos, y espero que sea un factor que siga creciendo. Es algo maravilloso lo que está pasando. Y siento que esta película profundiza en ese camino", agrega.

Incluso dejando de lado la relevancia cultural de la producción por su diversidad delante y detrás de cámaras, Un viaje en el tiempo es un largometraje ambicioso. Para empezar, adapta a la pantalla grande una historia que por décadas fue tildada de "inadaptable". Basada en el libro Una arruga en el tiempo (1962), de Madeleine L'Engle, la historia sigue a una preadolescente que inicia un viaje por el tiempo y espacio buscando a su desaparecido padre, un científico. La trama no sólo es compleja por el imaginativo universo que presenta, sino también por su subtexto en donde toca temáticas como la religión, la naturaleza del bien y el mal, lo único versus lo homogéneo y ciencia.

Un criticado telefilme de 2003 fue la única vez que la historia tuvo vida más allá del papel. Hasta ahora. "Esta era una historia que requería esperar al momento en que se pudiera realizar una película de esta escala", dice Whitaker, agregando; "esta es una historia única, que inventa su propio género en un punto intermedio entre la aventura y la ciencia ficción. Y al mismo tiempo es una historia muy empática. Aunque tenga a esta niña de Los Angeles realizando un viaje intergaláctico, nunca olvida que es una historia sobre una niña y su familia, y realmente llegas a entender a su protagonista, cuáles son sus desafíos y cuál es su meta emocional. El encontrar ese núcleo emocional es un mérito total de Ava".

En varios momentos de la entrevista, el productor se deshace en elogios hacia su directora, la mente detrás de elogiadas producciones como Selma (2014) y el documental La enmienda XIII, por la que fue nominada al Oscar. "Ava es simplemente fantástica; una verdadera fuerza de la naturaleza. Es una persona que está siempre guiando al resto con su ejemplo, es muy inclusiva con todos los equipos y como directora sabe exactamente lo que quiere lograr. Arrastra a todos hacia un lugar más creativo", asegura.

La sombra de la pantera

En la cinta, la protagonista, Meg Murry, es interpretada por la joven actriz Storm Reid, quien tenía 13 cuando se filmó la película. La joven es acompañada por su hermano y un compañero de colegio en la travesía que implica encontrar a su padre (Chris Pine), siendo guiada por tres seres interdimensionales (Reese Witherspoon, Oprah Winfrey y Mindy Kaling). En su viaje, el grupo recorre mundos imposibles y enfrentan a un antagonista que resulta ser la maldad encarnada.

Tras su estreno a principio de mes en Estados Unidos, la película enfrentó el mismo problema que han enfrentado todas las cintas que han debutado en el último mes: Pantera Negra.

Ni la predicción más optimista auguraba que la cinta de superhéroes tendría los resultados que ha cosechado, quedando en primer lugar de la taquilla norteamericana por cinco semanas (algo que ninguna cinta conseguía desde Avatar), de paso perjudicando a cualquier otra película que se le enfrentara. Tras un estreno poco auspicioso en Estados Unidos y Canadá (mercados que suelen ser el 50% o más de la recaudación de un filme), el filme ha recaudado US $ 75 millones, a la espera de su debut en varios lugares del mundo esta semana. Se estima que debe recaudar US $ 400 millones para resultar rentable, algo que se ve lejano aún.

No es que en Disney estén particularmente preocupados por eso: tanto Pantera Negra como Un viaje en el tiempo son cintas del estudio. "Lo de Pantera Negra es claramente un fenómeno. Sus números son extraordinarios, pero es absolutamente merecido, porque es una película hermosa en todos los sentidos. Estamos todos muy felices por su éxito", asegura Whitaker.

Aún si Un viaje en el tiempo termina su estadía en los cines con números decepcionantes, quizás el punto del largo es otro. El año pasado, la comediante Michelle Wolf aseguró que; "la verdadera igualdad será cuando una mujer dirija una película mala y luego pueda dirigir otra película mala. Los hombres dirigen cintas malas todo el tiempo, y nadie en Hollywood salió de Batman vs Superman diciendo; 'bueno, creo que debemos rendirnos con las películas de hombres'". La calidad de la realización es subjetiva. Sus logros, más allá de la pantalla, no tanto.