Buenos días a todos experimenta una nueva reestructuración, originada en gran medida por la revuelta social que se ha tomado la agenda. Debido a esos cambios fueron despedidos esta semana el productor ejecutivo, Pablo Manríquez, y la editora periodística, Carolina Román.

Como parte de esa misma reformulación se confirmó esta tarde el despido del abogado Daniel Stingo, quien desde el año pasado es parte del panel estable del matinal de TVN.

En conversación con La Tercera, el profesional explicó cómo se dio su abrupta partida del programa en plena crisis social, escenario en el que Stingo ha sobresalido por sus acalorados debates con políticos como Marcela Sabat y Nicolás Monckeberg, generando tantos elogios como críticas.

"Hoy me pidieron que no fuera, y cuando dije que quería conversar lo que venía, me dijeron que venía un nuevo formato, que los ejecutivos de arriba, de dirección de programación, estaban viendo un nuevo formato, más periodístico, y que mi participación disminuía considerablemente. Si me llamaban una vez a la semana, eso tenían que verlo, porque tampoco lo tenían claro", cuenta.

"Me querían ofrecer eso y yo les dije que no, que este cambio de circunstancias en este contexto histórico, en esta contingencia, no me resultaba conveniente. Ni para el país, ni para el canal, ni para mí, ni para nadie. No me podían hacer ese cambio de condiciones porque ahora se requieren voces que opinen, que cuestionen, que digan lo que la gente está diciendo", argumenta y aclara: "Si me cambiaban las cosas yo no seguía, pero el cambio es de ellos. Les dije que si querían cuando terminara la contingencia lo conversáramos, pero en esta contingencia no, porque hay que ser consecuente".

Stingo tenía contrato hasta diciembre, pero su continuación en el programa era prácticamente un hecho. Y hasta las últimas semanas su presencia fue valorada, pidiéndosele que permaneciera en el estudio aun cuando por contrato su horario era de 08.00 a 11.00 horas. "Siempre me preguntaban si podía quedarme más", asegura.

Pero el movimiento social detonó una serie de modificaciones en el programa, y cada demanda ciudadana tuvo una fuerte opinión del experto, defendiendo iniciativas como la reforma a las AFPs, el aumento de las pensiones, la responsabilidad del gobierno en el conflicto, entre otros temas. "Yo no soy periodista, soy abogado, y voy a cuestionar, y creo que eso es necesario para el crecimiento del país", dice sobre su papel en el matinal.

Respecto a la decisión del canal, dice: "Es parte de la contingencia, es parte de la renovación que quieren hacer. Ahora, ¿quién te manda a ti a hacer una renovación en un momento de contingencia como este? En este momento lo que tienes que tener es un equipo reforzado, con los mejores, estando presente en la contingencia, llevando pobladores, dirigentes sociales, políticos, que la gente se manifieste, escuchando opiniones, teniendo a un tipo que cuestione. Pero si ellos pensaban que no, que yo no estuviera en esa contingencia, les dije que no".

Stingo cuenta que hasta antes del estallido social, el matinal estaba bien encaminado. "Nos estaba yendo mucho mejor, estábamos construyendo, estábamos haciendo un muy buen matinal, se estaban afiatando los equipos, en TVN la gente estaba volviendo a sonreír, y vino este estallido social y cambió todo". Frente a eso, analiza, "tienes que adaptarte, con contenidos y formas, y pienso que se estaba haciendo bien en la medida de lo posible, porque igual creo que había que traer gente de todos los sectores, que creo que faltaba. Pero en TVN hay un tema con los equilibrios, bien jodido, porque hay que equilibrar todo políticamente", dice recordando su carácter de canal público.

Respecto al rol de la TV en un momento como este, el abogado profundiza: "Hay una crítica de la calle que no podemos ser sordos a eso, si vas a las marchas, yo voy, ahí se critica, se dice que la TV miente, y eso es bien doloroso cuando tu trabajas en un medio, entonces por eso resulta contradictorio que la gente me diga 'dele nomas, qué bueno que nos represente'. Entonces no sé si eso es miopía o qué. Quizás tienen razón y quieren hacer otro modelo (de programa). Es respetable. Son los ejecutivos y son los que están a cargo, pero uno también puede tener su opinión y pensar que es un error".