"Mi cara siempre me ha traído problemas", confiesa Danny Trejo, marcando distancia de entrada con el tipo de personajes que ha interpretado en pantalla durante tres décadas. A sus 73 años, el actor estadounidense de padres mexicanos se define como un hombre enamorado de su familia, que disfruta a sus mascotas y se preocupa por su comunidad, en las antípodas de aquel tipo violento y con cara de pocos amigos al que ha dado vida en más de cincuenta producciones para cine y televisión. Un currículum extenso en el que destacan sus roles para algunos clásicos thrillers de acción -como Con Air y Fuego contra fuego-, sus apariciones en series -entre éstas Breaking bad y Sons of anarchy- y su inagotable alianza con el director Robert Rodriguez, quien le dio el primer papel protagónico de su carrera en la cinta de culto Machete (2010) y su secuela de 2013.

"Si Machete es el tipo más rudo del mundo, Danny Trejo en cambio tiene ocho cachorritos", recalca, en tercera persona, el propio actor, antes de largar una sonora carcajada desde el otro lado del teléfono mientras contesta las preguntas de La Tercera sobre su última apuesta en pantalla. Nuevamente de la mano de Rodriguez, Trejo debuta ahora como conductor de televisión en Hombres de armas, un nuevo programa creado por la productora El Rey -propiedad del cineasta- y recientemente estrenado en Latinoamérica por el canal History, en el que el actor, en ocho episodios y junto a un panel de expertos, reproduce el origen de diversos artefactos de guerra creados por distintas civilizaciones.

"Esto es como una clase de historia pero con un profesor divertido. Yo al menos descubrí que me encanta la historia y que muchas de las cosas que me gustan vienen de hace muchos más años atrás de lo que creía. Por ejemplo, no tenía idea que los mongoles fueron clave en la modernización del arco y la flecha", cuenta el actor, quien en uno de los episodios -dedicado a las espadas- es acompañado por un viejo conocido: el actor chileno y experto en artes marciales Marko Zaror, su compañero de reparto en la película Machete kills.

Esta es la primera vez que conduce un programa de televisión. ¿Qué lo convenció de asumir este nuevo desafío en su carrera?

Cuando Robert Rodriguez me preguntó si quería hacer el programa, mi respuesta inmediata fue: "¡Por supuesto!". Y la verdad es que lo pasé increíble haciéndolo, gozamos conociendo todas estas armas. Creo que en estos años en la industria del cine y en películas de acción he llegado a entender un poco más del tema.

¿Su trabajo en cine le ayudó a la hora de afrontar este programa? ¿Tenía experiencia real con armas antes de esto?

Absolutamente. Todos estos años usando diferentes armas en el cine creo que me prepararon para este programa, en el que mostramos cómo se fabricaron esas mismas espadas y cuchillos que he utilizado en las películas.

¿Hubo una preocupación especial al momento de promocionar un programa sobre armas, tomando en cuenta que el tema, especialmente en Estados Unidos, es sensible y genera debate?

La verdad, no, porque en este programa nos centramos en artefactos como espadas y cuchillos, armas con las que sería realmente difícil matar a mucha gente. No mostramos armas de fuego ni de destrucción masiva, sino aquellas que fueron parte de la historia, que se idearon y construyeron hace muchos años, como la katana, por ejemplo.

¿Esa habilidad que ha mostrado la humanidad para diseñar herramientas para matar a otros seres humanos, le genera algún tipo de reflexión?

Antiguamente las armas no estaban diseñadas para aniquilar a cinco o seis personas al mismo tiempo, pero las que tenemos hoy en día están hechas para matar masivamente. Si sigues la historia del arco y la flecha, por ejemplo, verás que inicialmente era un arco grande, hasta que los mongoles lo achicaron y lo volvieron más fuerte. Pienso que tenemos algo que aprender de estas armas.

Después tres décadas interpretando personajes rudos en cine y televisión, ¿le gustaría acceder a otro tipo de papeles?

Si te soy sincero, lo único que me preocupa en la vida es ser un buen padre. Las películas para mí son diversión pura y obviamente parte de mi trabajo, pero en la vida real mi principal preocupación es mi familia y ser alguien capaz de aportar y ayudar a su comunidad. Como actor, yo hago lo que me piden. Ahora mi hijo filmó una película sobre un adicto a la heroína que sufre una sobredosis y su padre sale en su búsqueda, es la travesía de un padre hacia el mundo de su hijo. Fue un papel bastante rudo y lo más distinto que me ha tocado, nunca había hecho algo así antes.