1. Miguel Bosé y un collage que nadie quiso
Pudiera haber sido fácil: el año pasado, Isabel Pantoja se llevó una Gaviota de Platino y nadie criticó ese premio. Pero los organizadores decidieron ponerse creativos con Miguel Bosé y su décima visita al Festival: en vez de cambiar el material del clásico galardón de Viña, para entregarle el Premio Ícono inventaron una especie de collage con fotos de sus diez presentaciones. Algo que suena muy bien en el papel y -según los organizadores- se ve muy bien de cerca, pero que a los televidentes les pareció una idea mal ejecutada y que desató una oleada de memes. Para colmo, Bosé no se llevó el premio: el cantante español habría aducido razones de espacio y la organización prometió hacérselo llegar. Habrá que esperar para ver si la obra termina colgada en alguna de las casas del artista, pero lo cierto es que será uno de los momentos inolvidables de la edición 2018.
2. La gozadera de Gente de Zona en el Festival
Si esa frase que dice que "la risa es contagiosa" necesitara una prueba concreta, Gente de Zona sería el primer ejemplo que se vendría a la mente. Venían a ser parte del jurado y a cerrar la segunda noche, pero sus estrambóticas carcajadas los elevaron a nivel de íconos. Tanto, que Sergio Freire de frentón los incluyó como parte de su rutina humorística en la noche final de Viña, desatando -por cierto- una de las risas más grandes del público del Festival en todo lo que duró el certamen.
3. El desmayo que casi descarriló a Jenny Cavallo
Fue un incidente que recordó al vivido por Rodrigo Villegas un año antes. Aunque en esa ocasión había sido una pelea en la galería la que provocó sonoras pifias que interrumpieron su rutina, la presentación de la comediante Jenny Cavallo también fue cortada por una protesta del público que nada tenía que ver con ella. Esta vez, era un motivo de fuerza mayor: una persona se había desmayado en la galería y se solicitaba atención inmediata. Ante una Cavallo algo nerviosa y que no entendía qué pasaba, los animadores optaron por irrumpir y explicar el episodio, para luego permitirle continuar.
4. La mención a Julio César Rodríguez en una rutina de humor
"¿Acepta usted por esposo... a Julio César Rodríguez?" La Quinta Vergara escuchó esas líneas de boca de la colombiana Alejandra Azcárate y estalló. Es que el animador de Fiebre de Viña había estado desarrollando durante toda la semana uno de los culebrones románticos a los que ya tiene acostumbrados a los chilenos, con una nueva conquista -la ex "chica reality" Camila Nash- cuya relación iba creciendo noche a noche ante las cámaras de TV en la platea del Festival. La mención lo coronó como parte central de ese rito anual chileno que es el certamen viñamarino.
5. La anticlimática antiobertura para Nicanor Parra
Era un momento esperado: Viña del Mar homenajeaba al antipoeta chileno, recientemente fallecido. Pero lo que debió haber sido un hito terminó como una presentación deslavada: primero, se corrió desde el inicio hasta el medio de la jornada por requisitos del artista que abría la noche, Carlos Vives. Y luego, la presencia de Dióscoro Rojas y Denisse en el escenario leyendo frases pasó sin mucha pena ni gloria. Así, lo que pudo ser uno de los instantes para el recuerdo terminó como algo que pasará rápidamente al olvido.
6. Carlos Vives y la bicicleta para cantar "La Bicicleta"
No hubo Shakira, pero sí una bicicleta de verdad. Carlos Vives paseó por el escenario de Viña conduciendo su vehículo mientras cantaba "La Bicicleta", al mismo tiempo que las redes sociales se llenaban de memes, varios de ellos recordando quizás al ciclista más famoso de Chile: Tomás Jocelyn-Holt, el ex candidato presidencial que al llegar a un debate en 2013 protagonizó una aparatosa caída en bicicleta que se convirtió en viral. A Vives no le pasó eso, pero de todas formas se inscribió como un momento llamativo en un Festival bastante tranquilo.
7. Prince Royce y la "epidemia de piquitos"
Prince Royce es un galán en toda regla, pero incluso para él su presentación sorprendió por lo encendida. Porque hubo no uno, ni dos, sino tres "piquitos" en su show. Primero, subió a una joven paraguaya, que le hizo un "koala", a la que luego besó y finalmente debió sacar con escolta de seguridad porque no quería bajarse del escenario. Entremedio, esperaba una chilena, a la que también había subido junto a él, y que también se llevó su ósculo. Y como corolario, tras cantarle el "Cumpleaños Feliz" a la animadora de Viña, Carolina de Moras, Royce cerró con otro beso a ella.