Demi Lovato, cantante: "En este negocio es importante ser honesto"
La estadounidense conversa con La Tercera antes de su regreso a Chile en noviembre. Junto a los detalles de su nueva gira, la artista cuenta el proceso detrás de su álbum más revelador y explica por qué ha hecho de su carrera una exposición de sus fantasmas personales.
Dentro del selecto grupo de estrellas femeninas que hoy dominan la música popular estadounidense, aquel reservado sólo para algunas escogidas y en el que cada artista ocupa un rol determinado e impone su propia tendencia, Demi Lovato parece ser el bicho raro del curso. En los 15 años que lleva en la industria del entretenimiento, desde su primera aparición en el programa infantil Barney y sus amigos, la cantante nacida en Nuevo México ha trazado una trayectoria zigzagueante y a ratos turbulenta, de períodos oscuros y otros de esplendor, que a la larga la han transformado en una de las exponentes más atípicas del pop anglo de esta década. Y aunque la solista de 25 años ha hecho de la autenticidad y la exposición de sus fantasmas personales una de sus principales fortalezas -mucho antes que Lady Gaga, Selena Gomez o el mismo Luis Miguel decidieran hacer lo propio-, hay algo misterioso e inclasificable en la personalidad de Demetria Devonne Lovato, en quien parecen convivir diversas personalidades.
Está, por un lado, la superestrella con seis discos editados -todos ellos con debut en el top 5 del ranking Billboard- y la actriz de series y películas adolescentes, como Sonny entre estrellas y la popular Camp rock (2008). También, la activista y emprendedora, defensora de diversas causas sociales y de los derechos de la comunidad LGBT, así como la artista cercana y transparente que comparte con sus fans sus batallas personales contra los desórdenes alimenticios, adicciones varias y desequilibrios mentales. Y ahora, al otro lado del teléfono desde Estados Unidos y en medio de un receso de su actual gira mundial, Lovato muestra otra faceta, algo desganada a ratos y de respuestas concisas.
"Estuve un buen tiempo fuera de la ruta así que estoy feliz de volver a la música, a los escenarios, y de haber podido reencontrarme con mis seguidores estadounidenses", dice la intérprete a La Tercera, consultada por Tell Me You Love Me World Tour, la gira que inició en febrero en San Diego (California) y que la tuvo recorriendo las principales arenas norteamericanas hasta el 2 de abril. Se trata de su primer recorrido en solitario desde 2015, y con el que luego de un paso por capitales europeas regresará a Santiago el 14 de noviembre, en su cuarta presentación en el Movistar Arena y la sexta en Chile, contando su paso por el Festival de Iquique en 2012 y su debut en el Club Hípico (2009).
De acuerdo a las reseñas de la prensa estadounidense, el nuevo espectáculo que la cantante mostrará a sus fans locales (a quienes define como "increíbles") marca diferencias a nivel de montaje y efectos visuales, al tiempo que consigue sintetizar en dos horas las múltiples dimensiones de Lovato. Con elaborada puesta en escena, el show incluye invitados en las pantallas -como Luis Fonsi, para cantar a dúo el éxito Échame la culpa-, pausas para reflexionar con su público, algo de autoflagelación humorística -como cuando emerge al escenario sentada en un sillón de siquiatra- y, por sobre todo, mucho atuendo y coreografía sugerente.
"Definitivamente hay un salto en términos de producción y eso lo vuelve más apasionante tanto para mí como para los asistentes", señala la artista, quien detalla que lo mostrado en su país "es la misma idea que llevaré a Latinoamérica. Lo pasamos tan bien en la gira norteamericana que no queremos cambiarle casi nada".
¿Lo definiría como un espectáculo personal, revelador quizás?
Sí, creo que en este show hay mucho de mí, de mi mundo interior, y eso me gusta mucho. Por lo mismo, la gente que lo vea realmente va a poder conocerme mejor, aspectos quizás más íntimos y que quise compartir porque son importantes para mí.
En su último disco también predominan las letras íntimas e incluso referencias explícitas de temas como el sexo. ¿Lo considera parte de una madurez artística?
Las letras son muy personales y esa siempre fue la idea, porque traté de contar mucho de lo que siento hoy. Por lo mismo estoy muy orgullosa de ellas y me entusiasma poder cantarlas ante la gente. Estaba tratando de hacer canciones que no son las que está haciendo todo el mundo hoy. Me sentí más involucrada en este álbum y creo que le pude imprimir una visión más autoral, más artística, como en ningún otro disco de los que hice antes. En ese sentido fue un trabajo más interesante para mí, porque sentía que estaba haciendo algo más grande mientras trabajaba en este álbum, que era un paso adelante y que estaba creciendo como artista en el proceso.
Ahora se ha vuelto más común, pero hasta hace poco no era habitual que una figura del pop revelara haber sufrido bullying o desórdenes alimenticios. ¿Se siente una pionera? ¿Cree que esta actitud es también una forma de empoderamiento femenino?
Creo que en este negocio es importante ser honesto, es la forma que tienes de poder conectar con tu público y de paso de reafirmar tu identidad como mujer. No me gusta mucho opinar del resto, me enfoco más en mi propia vida y en mi carrera, pero sí creo que sería positivo que otros también se animaran a ser más abiertos a contar sus propias historias, porque así generas que la gente también se anime a hacerlo. Yo al menos soy una agradecida de la oportunidad que me han dado.
¿Esta honestidad tiene límites? ¿Hay cosas que no comparte con sus fans?
Por supuesto, hay muchas cosas que prefiero guardarme para mí porque tampoco creo que sea bueno revelar demasiado de mi vida al resto del mundo.
¿Cómo fue la experiencia de grabar con Luis Fonsi? ¿Sintió que de alguna forma se reencontraba con sus raíces latinas?
Definitivamente. Luis es un artista sumamente talentoso y me encantó la canción apenas la escuché. Fue muy "cool" poder haberla cantado juntos.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.