Pese a los constantes llamados de Don Francisco y de los animadores, además de las diversas innovaciones que la Teletón introdujo para su versión número 40, las últimas horas de la cruzada solidaria se viven con ansiedad y preocupación en los pasillos, y sobre el escenario del Teatro: hasta las 21 horas, el monto de dinero recaudado apenas superaba el tercio de la meta fijada.
Un panorama cuesta arriba para el evento televisivo, que en su aniversario 40 se entregó a la revisión de su propia historia para demostrar los avances de la campaña y los logros conseguidos desde 1978, para así tratar de motivar al público y acelerar los aportes monetarios. Así, desde la obertura del viernes en el Teatro Teletón, la cita demostró que el eje de esta edición estaría con un pie en el pasado y otro en su futuro. Y con el objetivo de adecuarse a los tiempos, estuvo el estreno de la Gamertón y el debut de un grupo de pop coreano en el bloque familiar, junto al fin de la Vedetón, reemplazada por un comentado segmento de humor e imitaciones musicales.
En paralelo a las modificaciones tecnológicas y los cambios estilísticos, la Teletón 40 profundizó en las señales del rumbo que ha tomado en los últimos años. Ya prácticamente no hay empresas que condicionen sus donativos a las compras que realicen sus clientes durante las 27 horas, y tanto el discurso de los animadores como de las historias que se proyectan en pantalla priorizan temas como la inclusión y la inserción laboral de las personas con algún nivel de discapacidad que se atienden los institutos.
Un giro que de alguna forma recoge las críticas que realizó la ONU en 2014, cuestionando que se muestre a personas con discapacidad "como sujetos de caridad pública y no como sujetos con derechos" -y la participación de las empresas como "el negocio del siglo"-, y que coincide con la entrada en vigencia de la nueva Ley de Inclusión Laboral, en abril, que tiene por finalidad promover una inclusión laboral eficaz de las personas con discapacidad, tanto en el ámbito público como en el privado. Según los primeros informes, sólo hay disponibles 7 mil de los 30 mil puestos de trabajo que debieran existir con esta normativa. Pero inclusión no fue el único concepto que se repitió durante las 27 horas. "La vida es finita" y "no tengo la misma energía que hace 40 años", fueron algunas de las frases con que Don Francisco enfatizó su paulatino distanciamiento de la campaña, así como su intención de darle paso a sus herederos televisivos.