Para definir lo que es Vértigo, Diana Bolocco dice: "Para esto citaré a mi amigo Martín Cárcamo: Vértigo es un programa que uno sabe cómo comienza, pero no tiene idea de cómo termina". Ambos aseguran que eso mismo es lo que les fascina del espacio que encabezan juntos hace seis años, y que se ha convertido en uno de los caballitos de batalla de Canal 13. En las próximas semanas, vuelve con nueva temporada.

¿Existe cierta presión por mantener buenos resultados de rating?

M: Obviamente no podemos desconocer la realidad que vive la industria, pero creo que este año el canal ya pasó su período más fuerte de reestructuración. Y la responsabilidad que nosotros tenemos es hacer un programa que sea especial, en término de que las cosas que se conversen, sean temas país, que sea muy entretenido, y que genere conversación. La sintonía, siento yo, llega sola. Lo que nosotros sí hacemos, es mantener el alto estándar del programa.

D: Yo no lo siento así. Nosotros nos exigimos mucho en la interna, pero más que con los números, con la calidad de lo que entregamos. Estamos mucho rato pensando en invitados, nuevas secciones, y en generar cosas distintas. No siento una presión numérica, aunque somos un programa al que siempre le ha ido bien. Me imagino que a nuestros jefes si les importan los números, y sería un poco iluso decir que a nadie le importa, porque no es así. A todos nos importa cómo nos va, pero no es una presión.

¿Creen que Vértigo es un programa consolidado en la audiencia?

M: Claramente sí. Es el estelar más importante de la televisión chilena. Se ha ganado ese lugar con mucho esfuerzo de parte de los equipos, y la gente sabe que Vértigo es parte del comienzo de año, en marzo. La gente espera las sorpresas de los jueves, las novedades, a Yerko. Y luego es comentario obligado los viernes, porque los temas que se tocan ahí, nos cruzan a todos, en todos los ámbitos.

D: Yo también lo creo. Creo que es un programa muy potente, con una trayectoria súper larga, y que ha generado el hábito de ver un estelar los días jueves.

Antes muchas figuras rechazaban ir a Vértigo, pero ahora al parecer el escenario cambió. ¿Qué creen que pasó?

M: Absolutamente. Hoy nos cuesta mucho más traer a nuestros colegas de los otros canales, más por un tema de estrategias, mal entendido, que por un tema de que no quieran venir.

D: Es cada vez más difícil tener invitados. Los canales están cada vez más cerrados a prestar sus rostros, y por eso hay que ser doblemente creativos. Pero la verdad es que todos quieren estar ahí, y eso es porque es la mejor tribuna hoy para mostrarse profesional y humanamente. Nosotros deberíamos hacer un catastro de todos los que han conseguido pega después de ir a Vértigo, que no son pocos.

¿Creen que Vértigo es un programa de farándula encubierto, por la clase de temas que se tratan?

M: No, yo creo que son las mismas palabras, pero usadas de otra forma. Vértigo cubre la farándula, pero también cubre política, humor, contingencia y conversación. Los invitados, en la mayoría de las veces, están cargados a la farándula y al espectáculo, pero también tenemos deportistas, políticos, actores.

D: Tiene mucho de farándula, por supuesto. Pero me da risa ese término, porque no encubrimos nada. Nosotros somos un estelar que habla de farándula y que tiene también muchos otros elementos. Yerko también habla de farándula, y lo digo sin ningún pudor, porque no tiene nada de malo.

La competencia de los jueves está difícil, porque los otros canales también están apostando por programación nacional. ¿Cómo ven el escenario?

M: La competencia siempre es fuerte, y todos los años nos tenemos que enfrentar a un grande. Pero eso a nosotros nos gusta, porque es jugar en las grandes ligas. Todos los canales se la están jugando con buenos proyectos, en los que se juegan un gran presupuesto. Hay una alta expectativa, pero sabemos que la gente espera Vértigo, y lo extraña cuando no está. A nosotros nos importa que sea un programa que influye, y que tenga harto auspicio.