Además de dramas (El último rey de Escocia) y thrillers políticos (La sombra del poder), la filmografía de Kevin MacDonald ha destacado por reveladores documentales musicales.

Lo hizo en 2001 con Mick Jagger (Being Mick), once años después con el elogiado Marley, y ayer, en Cannes, fue el turno de su pieza dedicada a Whitney Houston, que provocó aplausos y asombro generalizado por los secretos que éste revela sobre la cantante fallecida en 2012.

¿El más impactante? Los abusos que la artista habría sufrido por parte de su prima, Dee Dee Warwick, 18 años mayor, y que según el filme del realizador escocés habría gatillado sus adicciones, una sexualidad problemática y su tormentoso matrimonio con Bobby Brown. "El demonio que llevaba a Whitney Houston a las adicciones procedía de que no era capaz de aceptar una orientación sexual que había quedado ensuciada por los abusos", señaló ayer el diario español El País desde el festival francés.