A pesar de la diferencia horaria y de su trabajo para abrirse paso en el mercado estadounidense, Fabrizio Copano se dio el tiempo de escuchar por radio el show de Altoyoyo, apodo del comediante y actor Rodrigo Vásquez, y quien se presentó anoche en la primera jornada del Festival del Huaso de Olmué.

"Me pareció muy buena, muy acorde a lo que yo había visto que estaba haciendo en los bares", comenta sobre la rutina desde Los Angeles a La Tercera, reparando en el contexto que además le tocó sortear al comediante: salir a escena después de Chico Trujillo y antes de la banda Guachupé. "Es peludo cuando sales ahí y está una barra, como se hacen llamar los fanáticos de Guachupé. Pero creo que incluso existiendo una tensión, lo logró sortear. Creo que él tiene mucho manejo de público, ha estado con muchos públicos distintos, entonces cacha (sic) perfecto que las cosas se pueden salir un poco de control a veces", analiza Copano.

Ambos se conocieron en 2013 y de forma peculiar: lejos de Chile, mientras se presentaban en locales de Uruguay. Ya en el país, comenzaron una amistad que los ha llevado a compartir varios escenarios, generando que ambos vean la evolución de sus carreras. "El partió con un estilo de humor súper distinto, era mucho más actor, tenía chistes con más actuación", comenta Copano, quien define a su amigo como un "zorrón de río": "Es un cuico venido a la baja, que le sale muy divertido".

Por eso, tiene una perspectiva diferente respecto a los comentarios que surgieron tras la actuación de Altoyoyo en Olmué, comparada con la de Felipe Avello en 2018, y que se transformó en el impulso para que ahora, el ex panelista de SQP esté preparándose para el Festival de Viña 2019. De hecho, los tres -Vásquez, Copano y Avello- son grandes amigos y colegas.

"Yo los vi evolucionar al mismo tiempo, también vi cómo Avello tomaba cosas de Rodrigo", declara Copano. "Pero claro, lo que manda es lo que termina en la tele, y eso es que la gente vio primero a Felipe haciendo stand up y les encantó. Y luego vieron a Rodrigo y sintieron que había similitudes. Ese fue el orden en que fue llevado a los grandes públicos su trabajo", dice.

Y agrega: "Felipe es una influencia para toda una generación y para un montón de chilenos que hablan como Avello. (…) Pero creo que Rodrigo tiene su tono, tiene sus historias, y avanza en su propio camino".

Críticas al vocabulario

El show de Altoyoyo reabrió el debate sobre el vocabulario de las rutinas humorísticas en festivales televisados.

En su caso, se criticó tanto el uso de garabatos como el calibre de algunos chistes, sobre todo relacionados a temas sexuales.

El propio Copano debió enfrentarse a eso en el Festival de Viña 2017, cuando el foco de las críticas estuvo en la comediante Daniela "Chiqui" Ayuago –con críticas del músico Alberto Plaza incluidas-.

A juicio del humorista, hay que considerar que es "un programa después de las 10 de la noche, donde se sabe la libertad con que un comediante puede trabajar".

"Es parte de algunos momentos de la historia porque también le dan naturalidad, y la transforman en algo real, porque la gente en la vida real dice muchos garabatos. Me hace sentido. Rodrigo cuenta unas historias donde los garabatos tienen lógica también, (…) entonces no me parece tan arbitrario o gratuito. Me parece que la gente que alaba tanto el 'no a los garabatos', es un poquito cuadrada. (…) No hay que abusar, pero es un elemento más", concluye.