En marzo de este año, Netflix estrenó Wild wild country, una serie documental que en seis capítulos mostró la compleja y a ratos increíble historia del gurú Osho y sus seguidores, que llegaron a instalarse cerca de un pueblo de Oregon iniciando una rivalidad con los locales que escaló a niveles insospechados.

A diferencia de otros títulos del sitio de streaming, esta serie no venía precedida de una gran campaña publicitaria ni tampoco había mucha expectativa, pero se convirtió en su producción más resonante y aplaudida de lo que va del año.

Detrás de la serie hay dos duplas de hermanos: los directores Maclain y Chapman Way, y los productores ejecutivos Mark y Jay Duplass, un dúo más conocido por su trabajo delante y detrás de cámaras de producciones de corte indie.

En los últimos años, Jay Duplass ha sido uno de los protagonistas de la serie Transparent, mientras que su hermano Mark ha actuado en producciones como The mindy project y Manhunt: unabomber. Antes, hicieron juntos la serie Togetherness, que pasó sin mayor pena o gloria por HBO y fue cancelada tras dos temporadas, y lograron un nombre en el circuito de cine independiente con películas como The Puffy chair y Jeff, who lives at home.

Con todo esto, probablemente el mayor éxito de los Duplass hasta hoy sea Wild wild country y es en este camino que se viene su próximo ataque: su productora estrenó Genio del mal, una docuserie de cuatro episodios que revive uno de los casos policiales más extraños de la historia reciente de EE.UU.

Rehén o asaltante

El 28 de agosto de 1993, un repartidor de pizza entró a un banco en la pequeña ciudad de Erie, en Pennsylvania. Brian Wells, el hombre en cuestión, anunció que tenía una bomba amarrada al cuello y que si no le entregaban el dinero, esta explotaría.

El primer giro de la historia ocurre ahí mismo, en el banco, porque Wells asegura que él no es criminal, sino víctima. Dice que fue enviado a hacer una entrega, donde lo tomaron como rehén, le amarraron la bomba al cuello y lo enviaron en una retorcida "búsqueda del tesoro" que termina ahí.

Con el correr de las horas y los días la trama sólo se volvió más compleja; de hecho el documental la promociona como "la historia real del más diabólico robo de un banco en Estados Unidos".

Si a alguien quizás muy joven para recordar este relato le suena la trama, puede ser porque en 2011 Jesse Eisenberg protagonizó una película, 30 minutes or less, con un hilo muy similar, aunque la producción negó estar basada en este caso.

El estreno de Genio del mal fue la semana pasada en todo el globo, pero si las críticas previas son un parámetro, los Duplass y Netflix pueden tener aquí otro éxito tipo Wild wild country.

El momento del true crime

Desde el estreno del podcast Serial, en 2014, que ha crecido el interés por revivir o reinvestigar casos policiales en modo documental. The Jinx (HBO), Making a murderer y The keepers (Netflix) son otros exitosos ejemplos, y la plataforma de streaming ya prepara su siguiente apuesta: retomar el caso de "La escalera", la misteriosa muerte de una mujer en 2001 que tuvo como principal sospechoso a su marido, aunque nunca fue condenado por el caso.

Esta historia ya tuvo una serie documental, una película, varios especiales de prensa y también libros.

Mientras, las series y películas basadas en casos reales no se quedan atrás. Mindhunter, basada en los primeros agentes del FBI que hicieron perfiles sicológicos de asesinos en serie, tiene su segunda temporada asegurada, al igual que American crime story.

Por su parte el cine prepara, entre otras producciones, una película sobre Ted Bundy, uno de los más célebres asesinos en serie de EE.UU., que será protagonizada por Zac Efron y que aún no tiene fecha de estreno.