En el catálogo de espías ficticios norteamericanos, la historia de Jack Ryan ha sido distinta a la de colegas como Ethan Hunt, Jason Bourne o Jack Bauer. El personaje nacido en las novelas del fallecido escritor Tom Clancy no es una máquina de matar, no realiza complejas acrobacias persiguiendo a sus enemigos ni tiene un carisma magnético, ya que el autor siempre concibió a Ryan como un tipo relativamente común. Y aunque sus misiones siempre implican desbaratar conspiraciones internacionales y poner su vida -y las de sus cercanos- en peligro, a diferencia de otros héroes del género Ryan tiene un día a día como hombre de familia y oficinista. Puede defenderse y manejar armas, después de todo es un exmarine, pero la violencia no es el terreno donde se desenvuelve mejor, sino en el análisis y la anticipación a los conflictos.
Nacido en el papel a mediados de los años 80 y marcado por la intriga de los últimos años de la Guerra Fría, el personaje de Jack Ryan aterrizó por primera vez en el cine en La caza del Octubre Rojo, de 1990, interpretado por Alec Baldwin. Pero sería la versión de Harrison Ford en Juego de patriotas (1992) y Peligro inminente (1994) la definitiva en la pantalla grande. Con todo, la saga nunca pareció afirmarse de cara al nuevo milenio, y tanto La suma de todos los miedos (2002), con Ben Affleck, como Código sombra: Jack Ryan (2014), con Chris Pine, tuvieron resultados aceptables en taquilla pero una tibia recepción de la crítica, siendo rápidamente olvidadas.
Tras eso, el cine pareció rendirse con el personaje, pero la televisión salió al rescate. Y Jack Ryan, la serie, que se estrena este viernes en Amazon Prime Video, no es una apuesta menor. Marca la entrada de Amazon al mundo de las producciones de alto presupuesto en la pantalla chica, parte fundamental de la nueva estrategia del servicio de streaming, que pretende empezar a competirle a Netflix en cantidad de dólares invertidos en su programación.
Y la fe de Amazon en Jack Ryan no es poca. La serie viene siendo fuertemente promocionada hace un año y fue renovada para una segunda temporada incluso antes del estreno de la primera. Como principal gancho de audiencia, el protagonista es interpretado por John Krasinski (The Office), nombre que ha subido considerablemente sus bonos en Hollywood este año gracias a la película de terror Un lugar en silencio, que protagonizó, escribió y dirigió.
La ficción se desarrolla en la era moderna y comienza con Ryan con un trabajo de escritorio como analista de la CIA. Luego de descubrir unas transacciones bancarias sospechosas, comienza a dar con pistas que apuntan a un futuro ataque terrorista contra Estados Unidos. Así, Ryan es ascendido a agente de campo, llevándolo algo a regañadientes a recorrer el mundo buscando frenar el ataque.
En la antesala de su estreno, la crítica ha elogiado la serie por la postura crítica que presenta frente a las políticas internacionales de Estados Unidos. Más que un villano propiamente tal, el antagonista -un extremista musulmán- es presentado como un personaje trágico, radicalizado producto de los abusos norteamericanos en Medio Oriente. Incluso al héroe se le muestra como un agente empático, poco conforme con la forma en que su país suele proceder fuera de sus fronteras. Algo que se aleja de la visión original del fallecido Clancy, conservador, nacionalista y fanático de Ronald Reagan.
Tras Jack Ryan y su entrada al mundo de las megaproducciones televisivas, Amazon tiene ya su mirada en su ambicioso próximo proyecto: la serie basada en El Señor de los Anillos, que se espera sea la producción televisiva más costosa de la historia.