Si parecía que el streaming había llegado lejos, los últimos meses han sido categóricos en que había margen para seguir avanzando en la línea de las series, ahora a través de las ficciones dirigidas al mundo hispanohablante. Estas, que tuvieron como una posible pionera a Narcos (que ahora saltará a México), no han dejado de encadenar fenómenos, con la española La casa de papel y la mexicana Luis Miguel: la serie.
El último éxito de este tipo es La Casa de las Flores, una relectura al melodrama inherentemente latinoamericano, que llegó hace tres semanas a Netflix. Además de darle un nuevo protagónico a la mítica Verónica Castro, una institución de los culebrones de antaño, ha acumulado interés con su mirada de temas actuales y su particular humor.
Dentro de ese éxito, se anota con una participación el actor chileno Francisco Celhay, instalado desde hace un año y medio en una aventura profesional por México, luego de roles en la televisión local como Ecos del desierto y La poseída, y en el cine con personajes en Grado 3 y La noche de enfrente, de Raúl Ruiz, además de un protagónico en el drama En la gama de los grises.
Ese último personaje en la cinta de Claudio Marcone (ganadora de premios en Miami y San Francisco), según cuenta, lo acercó a la serie realizada por Netflix y Noc Noc Cinema, compañía que encabeza el director Manolo Caro, una de las voces jóvenes más particulares y celebradas de la industria azteca.
"Por amigos llegué a conocer a Manolo. Él había visto En la gama de los grises, me comentó que le había gustado harto y le había encantado mi trabajo. Fue una coincidencia muy grata, porque no tuve que presentarme mucho. Entonces él, muy amablemente, me enlazó con otra mánager que yo aún no tenía registrada en mis contactos".
Esa representante, Adriana Ayub (la misma de Cecilia Suárez, que interpreta a Paulina en la serie), la llevó a diversos castings, hasta que apareció el de La Casa de las Flores, y se generó el movimiento inverso: trabajar a las órdenes de Caro y sumarse con un pequeño rol a la historia protagonizada por Verónica Castro, Aislinn Derbez y Darío Yazbek.
La participación de Celhay se ve en los primeros minutos del noveno capítulo, luego que los personajes de Diego (Juan Pablo Medina) y Julián (Yazbek) buscan nuevos clientes para La Casa de las Flores y hablan de "Raúl y Oliver, de la revista Gay Pride, se casan en un mes". En la secuencia, el actor nacional encarna a Raúl. "Interpretar al personaje fue una experiencia muy linda", señala, en un trabajo que se extendió por cuatro jornadas en octubre pasado. "Manolo me había conversado mucho respecto a que no quería que los personajes fueran tan estereotipados. Quería que simplemente fuera un hombre gay".
Además, menciona que realizó una escena junto a Verónica Castro, que finalmente no quedó. "Es una mujer encantadora, muy amable. Yo venía llegando de Chile, por supuesto que nadie me conocía, más que Manolo. Pero fueron súper acogedores conmigo", detalla.
Mientras, Celhay está en Chile desde abril grabando la nueva teleserie de Chilevisión, la primera de la estación desde 2014. Hoy se trabaja con dos posibles títulos (Luchita Rivera y Gemelas), y el actor es parte estable del elenco, como "una especie de Sancho Panza que ayuda a Luchita (Paloma Moreno) en todo lo que tiene que hacer". Y planea para fin de año su vuelta a México, para buscar nuevos roles en la actuación y además llevar una carpeta de cinco proyectos de series, los primeros de una nueva productora de contenidos que impulsa junto a Francisca Betel y César Farah.
Fenómeno transversal
Con su singular mixtura, que tuerce el melodrama clásico agregando la diversidad sexual, la multicularidad y las tensiones de clase, la historia de La Casa de las Flores ha conquistado a la audiencia del continente y se ha vuelto incluso viral.
Parte de esto último tiene que ver con Paulina, la hermana mayor de la familia De la Mora, por su particular forma de hablar, hoy imitada por miles de cibernautas. Observando el fenómeno, Netflix le prohibió a Cecilia Suárez seguir expresándose como el personaje, a menos que sea parte de una instancia relacionada con la serie.
Por cierto, la opción de un segundo ciclo de la serie es algo más que factible, aunque la presencia de Verónica Castro es la gran interrogante. Ella se mostró más bien contraria a volver y Manolo Caro recogió sus declaraciones, diciendo que "si regresamos con una segunda temporada la historia estaría enfocada en los hijos y en los hermanos, personajes que aún tienen más que contar".