Paul McCartney (75) en Latinoamérica. El titular que durante décadas simbolizó algo así como una quimera para los beatlemaniacos que hablan español, en la última década se transformó en un anuncio habitual, casi cotidiano: desde 2010, prácticamente no ha existido año en que el británico no fije un concierto en algún rincón del continente, con México y Brasil como sus destinos predilectos (sólo no bajó a la región en 2015).
En esa distribución geográfica, Chile lo vio pasar en 2011, en el Estadio Nacional, y por partida doble tres años después, en el Movistar Arena, lo que se sumó al ya lejano debut de 1993 en la misma cancha de Ñuñoa.
Un prolífico escenario que podría repetir sus frutos en esta temporada. Hoy varios productores sudamericanos sondean la opción de que el ex Beatle vuelva al sur con una gira más extensa que lo acostumbrado, algo así como un recorrido definitivo antes del retiro. Según distintas fuentes de la industria, las negociaciones tienen como eje a Argentina y desde ahí se están proyectando a otros mercados, entre los que figura en un principio Uruguay, Brasil y Chile.
En el caso local, una de las productoras que corre con ventaja planea el aterrizaje del cantante en el Estadio Nacional, en un plazo tentativo que va desde la última semana de septiembre hasta la primera quincena de octubre. La idea de que vuelva a Ñuñoa no sólo apunta a un evento de amplia convocatoria y en sintonía con esa etiqueta del "último tour por la región" con que de seguro se difundiría esta nueva venida; también está como antecedente la experiencia de 2014 en el Movistar Arena, la que no arrojó resultados alentadores, ya que los tickets no se comercializaron con la rapidez y el volumen que se esperaba, debido, entre otros factores, a sus precios onerosos.
En las gestiones, los promotores nacionales han tomado contacto con Barrie Marshall, el tour manager del hombre de Hey Jude desde 1989 y figura esencial para abrochar sus espectáculos en vivo. Eso sí, en los años más recientes, no es la primera vez que ejecutivos chilenos sondean su potencial retorno a la capital: en 2016, cuando pasó por Argentina, y el año pasado, cuando hizo lo propio en Brasil, un par de productoras del país también preguntaron plazos y tarifas para su eventual visita, lo que finalmente se descartó por la proximidad de su anterior arribo al arena del Parque O'Higgins.
De alguna manera, la operación para el regreso de "Macca" siempre representa una rigurosa estrategia que involucra algunos de los costos más altos del circuito de conciertos a nivel planetario, ya que su sola tarifa por concierto ronda los US$ 3 millones. Algo así como toda la inversión que destinó el Festival de Viña para su reciente parrilla de artistas.
En el caso latino, hasta ahora el país que ha dado más luces de un posible show del ex Beatle para este 2018 es Uruguay. Según publicó el diario El País de dicha nación, las gestiones para su próximo periplo sudamericano están "en proceso" y, para Montevideo, quedaron en manos del empresario Eduardo "Atín" Martínez, también responsable de llevar a The Rolling Stones en 2016 al Estadio Centenario de esa ciudad.
El último concierto de McCartney fue el pasado 16 de diciembre en Nueva Zelanda, como parte de la gira One on one, donde interpretó un promedio de 40 temas, desde sus himnos en The Beatles y Wings, hasta el material solista de sus últimas travesías discográficas: ese cancionero inmortal que podría ser nuevamente cantado a todo pulmón en Santiago.