Paulina Rubio (47) está sentada en un salón en medio de un hotel capitalino: su estampa de chica rebelde del pop-rock azucarado no ha cambiado mucho en comparación a como lucía en los años 2000, su época de mayor popularidad: pelo rubio y ensortijado, falda de cuero y gorro de capo mexicano. Y tampoco ha mutado su personalidad y carácter, solo se le escapa una sonrisa cuando habla de lo que será su primera vez en la Teletón, donde estará mañana en el cierre del Estadio Nacional. "Me emociona mucho, va a ser un concierto inolvidable. Me gusta aportar, ayudar y es la mejor causa para poder venir aquí y deleitarlos con mi música. Y qué mejor forma que ayudar a los niños de Chile", cuenta.

Pero su aterrizaje no solo tiene que ver con la obra solidaria, porque hoy está en plan promocional de su nuevo álbum, Deseo, estrenado en septiembre y con el que volvió al estudio de grabación luego de siete años sin lanzar material original. "He estado componiendo, regenerándome, y era importante tomar ese tiempo", analiza.

Si con su anterior título, Brava! (2011), la apuesta fue por las sonoridades cercanas al dance pop; hoy se aventura por lo ecléctico, pero con acento en lo urbano, con cinco de once canciones cruzadas por el ritmo que domina la industria en la actualidad (Desire, Me quema, Bajo la luna, Si te vas, en su versión reggaetón; y Late mi corazón). Pero también hay espacio para una clásica balada con el sello Rubio, en Suave y sutil. Incluso un reggae en Entre la luna y el sol. "Hay de todo. Estoy disfrutando de ser embajadora del pop en todas partes del mundo", asegura.

Gracias a esta nueva entrega, La llamada "Chica Dorada" espera cumplir uno de sus anhelos: volver al Festival de Viña. "Me encanta Viña. No puedo hablar mucho, justamente ahora se está realizando una reunión. Pero yo vine por la Teletón, no me quiero adelantar mucho", dice.

Por otra parte, la intérprete de El último adiós es una voz autorizada para hablar del machismo en la industria del entretenimiento. "Uno se tiene que dar a respetar, estamos en un momento donde tenemos que levantar la voz y decir como nos sentimos", puntualiza. Lo mismo expresa para los derechos de los homosexuales: "Todo ser humano merece respeto y yo les doy todo mi amor y mi respeto. Merecen respeto, el mundo se tiene que civilizar".