Quienes conocieron a Pepe Tapia en su juventud cuentan que en algún momento su rutina de trabajo era de lunes a sábado. Que en la época de oro de la bohemia chilena salía de su casa a las 7 de la tarde y volvía a las 7 de la mañana. También, que a diferencia de algunos compañeros de profesión, siempre fue ordenado con las platas y se preocupó de invertir en propiedades y en el futuro de sus dos hijas. Y que además de su recordada presencia en la televisión de los años 70 y 80, donde dejó varios personajes y frases inscritas en el imaginario colectivo, hizo gala de su versatilidad con pasos por el circo, el cine e incluso una célebre adaptación de La pérgola de las flores.
Una leyenda popular de otro Chile que se apaga por la pandemia: este miércoles en la mañana, a los 78 años, José Alejandro Tapia Bustamante falleció a causa de una neumonía severa derivada del Covid-19, enfermedad que contrajo a comienzos de este mes en la residencia para adultos mayores Villa Soleares, donde vivía desde hace algunos años.
Los problemas de salud del humorista, eso sí, comenzaron antes, en 2006, cuando se le diagnosticó Alzheimer. El deterioro cognitivo lo obligó a retirarse y años después a ser internado en el centro especializado en la enfermedad degenerativa, ubicado en Las Condes -coincidentemente propiedad de Peter Dragicevic, expresidente de Colo Colo, el club de sus amores-, donde a inicios de mayo se detectó un brote de coronavirus que afectó a más de 30 funcionarios y residentes.
“Pese a todo, él siempre estuvo bien, era súper guerrero y aferrado a la vida”, cuenta Clara Tapia, una de las dos hijas que tuvo el cómico con su esposa Victoria Campos. “Le hicieron dos test, el primero salió negativo y el segundo positivo. Nos informaron el jueves 11 de mayo y el martes de la semana siguiente fue internado en la clínica UC de San Carlos de Apoquindo. No le alcanzaron a poner ventilador mecánico por un tema netamente de invasión”, agrega la periodista, quien destaca que en los últimos años su padre fue visitado regularmente por colegas como Juan Carlos “Palta” Meléndez, Jorge Cruz, Ernesto Ruiz (el Tufo) y Ricardo Meruane.
“Pepe Tapia fue una figura fundamental del espectáculo chileno”, asegura Meruane sobre su amigo, a quien conoció en 1982 en un boliche de Manuel Montt, cuando daba sus primeros pasos en el circuito del humor. Tapia por ese entonces ya venía de vuelta: nacido en 1942 en el barrio Matta, hijo único Clara Bustamante y Angelino Tapia, el entonces alumno del Colegio Hispanoamericano - el mismo establecimiento donde estudiaron Andrónico Luksic Abaroa y Honorino Landa- hacía sus primeras incursiones en los escenarios a los 15 años. Su escuela artística fue el circo, donde dio vida al Tony Bombín, payaso que reviviría en diversas ocasiones y el primero de una galería de personajes con los que retrató la chilenidad del siglo XX.
Allí se cuenta al inolvidable Ruperto, el novio que se lamenta por no encontrar esposa mientras entona el clásico “cebolla” de Luis Alberto Martínez Ya no habrá luna de miel; el mago fallido Pepiosky Tapiosky; el mecánico Parachoque Muñoz, el boxeador Comboy Tapia y el cartero que acuñó la acertada frase “la televisión penetra”.
Una serie de creaciones que paseó por programas como El tribunal de la risa, El show de Gloria Benavides, Jappening con ja, Dingolondango, Mediomundo, Sábados gigantes -y su competencia, Gran sábado gran-, Éxito y Vamos a ver, entre otros. Su última aparición fue en Morandé con Compañía y su mayor reconocimiento lo recibió en 1986, cuando se llevó al antorcha en su primera y única vez en el Festival de Viña.
Su registro en pantalla no se limitó a los estelares y dio muestras de su versatilidad e impacto en la cultura popular protagonizando diversos spots publicitarios de los 80, o debutando como actor de carácter con un rol secundario en la serie Las historias de Sussi (1998). Incluso tuvo una aparición en cine en Sonrisas de Chile (1970), de José Bohr, e interpretó a uno de los acompañantes del urbanista Valenzuela en la versión de La pérgola de las flores que Televisión Nacional estrenó en 1977.
Además, fue uno de los primeros panelistas que representó a Colo Colo en el histórico programa Show de goles. Hincha acérrimo del equipo albo, su fanatismo le jugó una mala pasada años después, cuando en un clásico con la U en el Estadio Nacional se llevó un par combos al pasar por el sector de Los de Abajo.
“Para mí él era un actor cómico. Su humor era muy simple, muy chileno y cercano a la gente”, sintetiza Meruane. Don Francisco también tuvo palabras para su excompañero, a quien definió como “humorista de alma, lo más parecido que teníamos a un Jerry Lewis”, dijo a Canal 13.
Pepe Tapia será sepultado este jueves en el Cementerio General y se hará un responso previo en el Parque del Recuerdo, el que su familia espera llevar a cabo con las medidas sanitarias correspondientes. “Yo siempre pensé que cuando esto pasara había que hacerle una gran fiesta, para mí celebrar su partida era importante”, explica Clara Tapia.