El Festival de Viña del Mar había resistido todo: la agitación política de los 60, el Golpe de Estado de 1973, el oscurantismo cultural de la dictadura, los cambios en la industria televisiva, el estallido social de hace tan solo un año. Pero sólo la pandemia pudo tumbarlo en su historial de 61 ediciones.
Después de meses de incertidumbre, la versión 2021 fue cancelada de forma definitiva, la que se trasladará para febrero de 2022. Ayer, en una nueva sesión de Comisiones del Concejo Municipal, se concretó la reunión propuesta por el municipio viñamarino con los ejecutivos de los canales concesionarios.
Al encuentro llegaron los directores ejecutivos Francisco Guijón, de TVN, y Maximiliano Luksic, de Canal 13, con el fin de acordar con la alcaldesa Virginia Reginato la postergación del certamen, propósito de las televisoras desde mitad de año debido a la crisis sanitaria, pero que la edil sólo comenzó a aceptar la semana pasada.
En la cita se llegó a tal conclusión: mover el espectáculo un año y que TVN y Canal 13 mantuvieran las cuatro versiones que dicta el actual contrato, el que ahora se prolongará hasta 2023.
Al interior de los canales organizadores, la lectura es que se optó por la salida más “práctica” y que incluía menos perjuicios: las estaciones ya pagaron lo correspondiente a los cuatro años de licitación (US$ 400 millones), por lo que, si el trato hubiese concluido en 2022, la municipalidad de la Ciudad Jardín se habría visto en la obligación de devolver parte del dinero. Por lo demás, el proceso habría entrado en una compleja judicialización.
Pese a ello, hay una diferencia elocuente exhibida en las palabras que esgrimieron tanto Reginato como los canales al oficializarse el adiós a Viña 2021.
Por un lado, la alcaldesa dijo en un comunicado que “se suscribirá un acuerdo para apoyar al comercio y al turismo local mediante una campaña de promoción y la realización de un programa de televisión cuya protagonista sea la ciudad de Viña del Mar”. También dijo que “si bien por fuerza mayor este verano no habrá Festival, no podemos dejar sin respaldo al comercio y al turismo local”.
Por su parte, los directores ejecutivos de TVN y Canal 13 difundieron una declaración conjunta donde ponen paños fríos y advierten que “respecto de eventuales alternativas a realizar durante febrero del 2021, primero se debe formalizar la suspensión y modificar el contrato de concesión, para luego evaluar alternativas de promoción que permitan apoyar al turismo de la zona”.
Vale decir, ambas firmas esperarán que durante las siguientes semanas el contrato se modifique para recién en ese punto estimar si se realiza alguna actividad en febrero de 2021.
De hecho, fuentes de ambas señales especifican que “no es una obligación” realizar alguna actividad televisiva especial para reemplazar el espectáculo, ya que, al moverse toda la concesión a 2022 y 2023, esos son los años que concentrarán la agenda festivalera. La próxima temporada 2021 queda simplemente como un paréntesis sin instancias relativas al evento. Por lo mismo, en la proyección inmediata, no hay planes para un posible programa de TV.
El acuerdo al que lleguen todas las partes involucradas volverá al concejo municipal para su aprobación, para que luego su texto final sea enviado a la Contraloría General de la República.
La concejala Pamela Hodar también apuesta a que ambas señales propongan opciones para apoyar el verano de la Ciudad Jardín: “Ellos van a presentar un plan de ver cómo nos apoyan con la reactivación del turismo. Los canales nos van a proponer una fórmula, con despachos o alguien que venga a monitorear la ciudad, pero es un tema que se va a conversar. Creo que el programa televisivo no sé si ayuda o no. Lo que a nosotros nos interesa, por lo menos personalmente, es reactivar el comercio, y con un programa por televisión no veo que haya reactivación”.