Puede uno entender la inicial suspicacia en quien se entera que el domingo 22 de abril Elvis Presley ofrecerá un concierto en Santiago. Elvis: Live in Concert presenta el afiche de la llegada al país de lo más cercano a un primer show oficial de la leyenda; aunque lo de "live" es discutible: razones irremontables obligan a que su voz e imagen lleguen en registros de archivo.
Pero debe considerarse que Priscilla Presley es particularmente convincente cuando explica el sentido del espectáculo que la traerá también a ella para, desde el escenario del Movistar Arena, contar por qué hoy hace girar por el mundo la música de su marido muerto hace 41 años: "Esto es una experiencia, no es nostalgia. No hay un holograma: es su presencia. ¡Eso es!", se entusiasma la estadounidense, al teléfono con La Tercera, para explicar tan atípico formato de concierto, que coordina pistas vocales de medio siglo de antigüedad con la interpretación en vivo de una orquesta de sesenta músicos. La gira avanza hace meses entre países con filmaciones de shows de Elvis Presley en Hawái y Las Vegas (los de 1968), videos familiares y las palabras de su viuda para presentar las circunstancias de algunos viejos éxitos.
Con lo que parece total convicción ella enfatiza: "Esto es cumplirle un sueño a Elvis. Es algo que él deseaba y no pudo concretar: salir de gira, cantar en otros países, presentarse junto a una orquesta. El show mantiene el ADN de lo que él quería hacer y cómo lo hubiese hecho".
Y entonces Priscilla Presley acude a una precisión entre pícara y mística: "Esto para mí es como compartir", sentencia, y una risa suave se escapa de la dueña de casa en Graceland.
Cómo discutirle algo así a Priscilla Beaulieu. La empresaria y actriz nacida en Brooklyn conoció al "rey del rock" cuando ella tenía 14 años y él ya había hecho circular por el mundo grabaciones como Love me tender, All shook up, Jailhouse rock y Heartbreak Hotel. Fue su única esposa (entre 1967 y 1973), la madre de su única hija (Lisa Marie), y más tarde la cofundadora y luego parcial directora de las Elvis Presley Enterprises (EPE).
Aunque la turbulencia de la vida de pareja entre ambos es ya materia de cultura popular, Priscilla Presley concede todavía los méritos de un hombre del que puede hablar con admiración: "Su conexión con la audiencia era algo único. Me emociona pensar que hay personas que nunca lo vieron, y que ahora pueden sentarse en un teatro y sentir lo que sintieron quienes fuimos a sus conciertos. Elvis era un hombre hermoso, que parecía estarle cantando cada vez a una sola persona en la audiencia. ¡Oh, Dios! Si hasta para mí era emocionante verlo en el escenario".
El más relevante rocanrolero de la historia jamás cantó fuera de EE.UU.. Diversos biógrafos atribuyen esa deuda a líos personales con la justicia de su mánager neerlandés, el codicioso Coronel Parker. Y entonces Priscilla Presley tiene un punto cuando dice que la gira The wonder of you cierra una aspiración que el propio Elvis se vio inhabilitado de llevar a cabo.
¿Culpa usted a algo o alguien de que nunca hubiese habido conciertos fuera de Estados Unidos?
Mmmm, no lo sé. No sé si entiendo tu pregunta -responde ella, sin responder-. Sí sé que no cantar en otros países era algo que él lamentaba. Te repito: era su sueño. Nadie alcanzó esa altura como entertainer, por su personalidad, por su carisma, por su amor por la música, por su interacción con la audiencia. Por sus orígenes, tan pero tan pobres. Él amaba el escenario.
Sobre esas particularidades de estilo, muchas veces opacadas por el peso de su figuración como símbolo cultural, se extiende el venidero documental The searcher, que HBO estrenará el 14 de abril con tres horas de archivos, datos y entrevistas a gente como Bruce Springsteen, Tom Petty, Scotty Moore (extenso aliado suyo en la guitarra) y la propia Priscilla Presley.
The searcher (El buscador) es un muy lindo título para presentar a quien efectivamente buscó desarrollar un camino personal.
¡Yo lo elegí! ¡Claro que Elvis fue un buscador! El documental lo comprueba.
¿Considera todavía pendiente el reconocimiento de Elvis Presley como un músico y creador de ideas propias e innovadoras?
Totalmente. ¡Dios! Él fue tanto más que un cantante. Era un hombre profundo, y muchas veces incomprendido. En el inicio se reían de él por las películas que hacía, aunque era un crédito que entonces necesitaba. Pero pronto se dio cuenta que no quería esa vida de Hollywood, que lo suyo era la música. Elvis sufría viendo que su vida estaba siendo controlada. Su éxito tiene algo humano, sensible, y el documental será revelador.
El concierto The wonder of you se arropa de una orquesta sinfónica, al modo que ya mostraron dos recomendables discos recientes: If I can dream (2015) y The wonder of you (2016).
En sesiones de grabación en los estudios Abbey Road, la Royal Philarmonic Orchestra, de Londres, instaló nuevos arreglos sobre las pistas vocales de algunos de los mayores éxitos de Elvis Presley. Su viuda asegura que es sonido "para llorar de la emoción". Un intercambio entre mundos del más allá y el más acá, esta vez excepcionalmente cerca de Chile.