Superman celebra 80 años como personaje. Pero como nombre, está festejando 85: en 1933, cinco años antes de finalmente lograr vender el personaje a una compañía de historietas, sus creadores, Jerry Siegel y Joe Shuster, en ese entonces colegiales, publicaron la historia El reinado del Superhombre en un fanzine. En esa primera versión, Superman no era un héroe, sino un villano; un vagabundo que obtenía poderes telepáticos y los utilizaba sólo para su propio beneficio. Su apariencia era la de un hombre delgado y calvo. De hecho, era idéntico a lo que sería después Lex Luthor.

Tras varios intentos fallidos de reinventar el personaje para que fuera del interés de las compañías de historietas de la época, Detective Comics Inc. (posteriormente DC Comics) compró los derechos de la versión final del personaje: un alienígena que escapa de niño de la destrucción de su planeta, terminando en la Tierra, donde adquiere superpoderes que utiliza para proteger el mundo. Su origen es contado en las primeras páginas de Action Comics 1, publicado en junio de 1938. La serie de historietas comenzó como una antología de distintas historias, en las que Superman era sólo una parte (y la portada del primer número), con el personaje protagonizando su propio cómic a partir de un año después. Con el tiempo, Action Comics también evolucionó, pasando a contar sólo historias del Hombre de Acero.

Ocho décadas después de iniciar la era de los superhéroes moderna (después de Superman, la palabra cómic nunca más se dejó de asociar a superhéroes), DC decidió adelantarse a la fecha exacta del hito, y comenzar a celebrar los 80 años de Superman desde el miércoles, coincidiendo con Action Comics alcanzando su número mil, algo inédito en las historietas de superhéroes.

El número, de 80 páginas, cuenta con algunos de los guionistas e ilustradores de cómics más elogiados de la actualidad contando historias breves del personaje, sin restringirse al canon oficial. Cada relato funciona como un mini perfil, respondiendo a la incógnita de qué es lo que hace a Superman especial, 80 años después.

Las historias varían en tono, desde lo humorístico a lo melancólico, e incluso cambiando de época, desde lo retro hasta el fin de los tiempos. Pero en todas, Superman es básicamente el mismo: un dios que renunció a vivir como tal, eternamente optimista y con su fe puesta en la humanidad, a la que parece necesitar tanto como ellos a él. Por algo su mayor némesis, Luthor, no es una amenaza física para el héroe, sino la antítesis de lo que representa; el cinismo absoluto.

Incluso si no siempre fue así -los primeros números mostraban a un Superman más despreocupado de su poder, castigando a los criminales con la muerte-, la versión definitiva del personaje parece haber ido a la contra de la tendencia de la industria: en medio del surgimiento de antihéroes, héroes más oscuros y con Batman relevándolo en popularidad por lo menos desde los 80, Superman sigue siendo el mismo: el superhéroe que literalmente una vez evitó el fin del mundo sólo deseando un final feliz.

En el cine

Con pocos meses de diferencia de los 80 años del personaje, se cumplirá otra marca del personaje en la cultura pop: los 40 años su adaptación fílmica definitiva, Superman, protagonizada por Christopher Reeve, estrenada en diciembre de 1978. A pesar del éxito de esa cinta, la primera superproducción sobre un superhéroe -existieron adaptaciones previas el personaje en blanco y negro, de menor éxito-, conquistando a la crítica y la taquilla, el legado fílmico del personaje es irregular, extraño para su relevancia en el mundo del entretenimiento.

Superman y Superman II (1981) son las únicas cintas del personaje que podrían ser catalogadas como un éxito. De ahí, el camino en la pantalla grande es turbulento. El fallecido Reeve es hasta hoy el único actor que ha salido airoso tras usar la capa y los calzoncillos rojos (a pesar de también protagonizar las criticadas Superman III y IV). Ni Brandon Routh en Superman regresa (2006) ni Henry Cavill en El Hombre de Acero (2013), Batman vs Superman (2016) y Liga de la Justicia (2017) han logrado revivir el interés por el personaje en el cine. Routh fue demasiado reverencial a la interpretación de Reeve como para dejar una huella, y lo de Cavill bordea en lo olvidable.

Quizás, el problema de Superman en el cine es lo mismo que lo hace especial en el papel: no se logra representar la complejidad de ser un ser todopoderoso de buen corazón. Sólo un actor pudo, y de eso ya van 40 años.