La épica gesta deportiva alcanzada por Nicolás Massú y Fernando González en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, sin lugar a dudas, será uno de los hitos más grandes del deporte nacional y, en especial, del tenis chileno.
Fueron dos semanas donde el país vibró como nunca con el conocido 'deporte blanco'. Una emoción nunca antes disfrutada por el país, que hasta ese entonces, gozaba y sufría más con el fútbol, deporte donde tampoco conocía de triunfos históricos.
Las primeras medallas doradas para Chile en -hasta ese año- 108 años de historia y que hasta hoy siguen siendo las únicas preseas de ese metal en el historial nacional. Los partidos de 'mano de piedra' y el 'vampiro' fueron seguidos a la distancia - por radio y televisión- por miles y en casi cada rincón de esta angosta y larga faja de tierra.
Un logro que emocionó a grandes y a chicos por igual. Tocar el cielo allá en el país donde los juegos olímpicos habían nacido, donde habitaban los grandes 'dioses", fue algo que marcó la carrera de ambos tenistas.
Desde ese entonces 15 años han pasado. Una historia dorada, llena de gloria, pero no exenta de drama y emoción, que fue relatada en primera persona semanas después por sus mismos protagonistas a La Tercera. Aquí, la descripción -en sus propias voces- de cómo dos tenistas alcanzaron la gloria en la tierra de los dioses.
La llegada a la Villa Olímpica
El arribo a la tradicional villa olímpica, lugar donde los deportistas que compiten se quedan a vivir, no fue fácil para ambos tenistas. Así al menos lo recordaron en sus testimonios.
"Imaginaba que me iba a encontrar con un país menos desarrollado. La verdad es que me sorprendió Grecia, lo poco que pude conocer. Pensé que Sydney estaba a otro nivel, pero Atenas no tenía nada que envidiarle. Eso sí, los últimos días ya estaba un poco cansado con todas las restricciones de la Villa Olímpica. Que vas a la esquina y te piden credencial, que cada 20 minutos sale el bus, que no se puede salir a la hora que uno quiere. La verdad es que 10 días encerrado dentro de un mismo recinto cansa", señaló Massú.
González, en tanto, tampoco había tenido un buen inicio en la residencia: "Todo comenzó mal para mí. Perdí mis maletas y Nicolás me las tuvo que llevar a la Villa. No tenía ropa ni nada. La primera práctica fue un desastre. No podía meter dos pelotas seguidas adentro. Por suerte llegamos tres o cuatro días antes y pude acostumbrarme".
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21.08.2004 Nicols Massu y Fernando Gonzalez disputaron la final del dobles, derrotaron en 5 sets, obteniendo la medalla de oro POSANDO - GRAFICOS - TOMANDO FOTOS - PREMIACION - CANCHA - ATENAS - JUEGOS OLIMPICOS - FOTOGRAFOS - GRECIA[/caption]
El nervioso debut
Ambos deportistas coincidieron en que su debut en el cuadro de singles no fue fácil. Massú tuvo al frente al experimentado brasileño "Guga" Kuerten, mientras que "mano de piedra" debió enfrentar al local Konstantinos Economidis.
Sobre este duelo, el 'bombardero de La Reina' relató que "sabía que el griego (Economidis) jugaba bien, que tenía buenos tiros. Además, el primer partido siempre es difícil, eran mis primeros Juegos Olímpicos. Quería hacer algo importante, que fuera recordado. Pero en ese partido todavía no me sentía jugando bien, fue difícil. Llegué con la intención de ganar una medalla, da lo mismo en lo que fuera y era recién el inicio de un largo camino".
A pesar de todo, el partido le fue fácil y en 52 minutos había despachado al local por parciales de 7-6 y 6-2.
Por su parte el 'vampiro' debió batallar más. Y necesito de 2 horas y 14 minutos para derribar al mítico tenista brasileño en tres peleados sets (6-3, 5-7 y 6-4). "Cuando supe que jugaba contra "Guga" (Kuerten) tuve sensaciones encontradas. Por un lado era bueno, porque si le ganaba me daría una confianza tremenda, pero jugaba ante un tenista de primer nivel. Lo viví como un partido de Copa Davis. Los brasileños me tenían loco. Me gritaban de todo, me molestaban con las banderas. Jugué bien y gané como los grandes. Vi una imagen en la tele y me di cuenta de cómo había jugado y nada menos que contra 'Guga'. Fue algo que realmente me sirvió para lo que venía", recordó Massú de ese duelo.
Grandes triunfos
En su camino a las finales del singles y del dobles, Massú y González debieron superar a rivales de prestigio y jerarquía en el mundo del tenis, como, por ejemplo, los hermanos Bryan (estadounidenses activos hasta el día de hoy), su compatriota Andy Roddick e, incluso, el español Carlos Moyá.
El nacido en Viña del Mar calificó su duelo contra el histórico tenista ibérico como "uno de los mejores partidos de mi vida. Estaba con una gran confianza y ahí me di cuenta de que podía ganar una medalla. Ya estaba en semifinales y en el grupo se empezó a hablar más del tema y como que sentí la expectación".
'El Nico' también recordó esas largas jornadas vividas, donde debía enfrentar dos partidos en un día: "Aparte de la final, el día que estuve más cansado fue cuando le gane a Andreev y vencimos en el doble a los Bryan. No quería más. Me acuerdo que veía todo medio nublado, estaba mareado. Tuve que llamar al trainer para que me diera un paracetamol, porque de verdad estaba muy mal", rememoró.
El bombardero de La Reina, en tanto, escribió que "cuando le gané a Andy Roddick y por la noche a los hermanos Bryan en el doble, fue clave. Eran dos partidos donde, para ser sinceros, tenía más posibilidades de perder que de ganar. Comencé a jugar mucho mejor y ganarle en dos sets a un jugador de la categoría de Roddick fue espectacular".
"Uno de los peores días de mi vida"
Cuando los nacionales llegaron a semifinales, todo un país se ilusionó con la posibilidad de que ambos disputaran la final del tenis olímpico. Un sueño que se esfumó tras el duelo de González con el estadounidense Mardy Fish.
Fueron dos horas de batalla, en las que una lesión tobillo echó por tierra las ilusiones de 'mano de piedra' y dejaron a un país en vilo ante la posibilidad de que no pudiese disputar al día siguiente la final del dobles por el oro ante los alemanes Rainer Schüttler y Nicolás Kiefer.
"El factor de los horarios nos perjudicó. Todos los días nos acostábamos tarde. Fue súper desgastante. Pero no hay nada peor que todo lo que viví contra Fish, en semifinales. Cuando me torcí el pie, pensé que todo se iba a la punta del cerro, que tendría que retirarme y que tampoco iba a poder jugar por el oro en el doble. Encima, después perdí y se convirtió en uno de los peores días de mi vida. Creo que lloré incluso", indicó el oriundo de La Reina sobre ese partido que terminó cediendo por 6-3, 3-6 y 4-6.
"Además, -continuó- tenía que jugar al día siguiente por un premio de consuelo. No me quería ni levantar y una hora antes del partido no quería jugar. Había dos polos opuestos dentro del edificio: yo, muy mal, y al frente mío, Nicolás, que iba por el oro olímpico. Pero tampoco podía demostrar tanto, porque quizás era una falta de respeto para el resto".
La "épica" final del singles
Massú venía de hacer historia. El sábado 21 de agosto y tras luchar por 3 horas y 43 minutos junto a Fernando González ganaron la primera medalla de oro de la historia de Chile. Un partido lleno de emoción, que quedó grabado en la mente de un país, así como el relato de Fernando Solabarrieta que llegó a los corazones de miles con su emotivo 'es larga y es oro para Chile' que se mezcló con el emotivo abrazo de los dos tenistas nacionales.
El 'vampiro' declaró que tras ese partido, al día siguiente no se podía ningún músculo. "En la mañana del partido con Fish no me podía mover. Y la fuerza que me quedaba la dejé en el primer set y de ahí Fish me pasó por encima. No había dormido nada, el calor que me mataba y Fish que estaba fresquito. Pero él se puso nervioso y lo mató la presión. Ahí, al verlo así, me vino un segundo aire y pude quedarme con la medalla de oro".
Así recordó el nacido en Viña del Mar sus cuatro horas de partido con el tenista estadounidense. El marcador que lo inmortalizó en el Olimpo del tenis fue de 6-3, 3-6, 2-6, 6-3 y 6-4.
Sobre las emociones que sintió ese domingo, Massú señaló que "no es que sea egoísta, porque en cada triunfo siempre he pensado en mi familia y en la gente que está cerca mío. Pero esa vez, como nunca, me tiré hacia atrás y dije: "Al fin se acabó esto, lo logré. Lo logré y me puedo morir tranquilo. Estoy en la historia del en el deporte mundial: el primer latinoamericano en ganar una medalla en tenis, es increíble. Y más encima, dos". Ahí me quebré. Me puse a llorar, pero eran lágrimas que eran necesarias en ese momento".
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SANTIAGO - CHILE - FERNANDO GONZALEZ - NICOLAS MASSU - PRODUCCION FOTOGRAFICA - POSANDO - MARAVILLA - MARAVILLAS - JARDIN - DEPORTE - TENIS - TENISTAS - TENISTA[/caption]
"En qué me va a cambiar esto...En nada"
La épica gesta conseguida por Nicolás Massú y Fernando González en el dobles, no fue algo cuyo peso e importancia haya sido sopesado desde el primer minuto por el tenista viñamarino.
"Llegué a las cuatro de la mañana a la Villa (después de ganar el dobles). No había casi nadie. Me senté solo a comer una pizza con una bebida. Y me puse a pensar: "Aquí estoy, solo,
comiendo esta mugre, y la vida sigue igual. En qué me va a cambiar esto... En nada". No entendía lo que pasaba. Estaba en una burbuja, solo, no sabía qué pensar", declaró.
González, en tanto, aseguró que estar en el podio olímpico, primero tras ganar el bronce y luego el oro en dobles, "fue algo increíble. Me conformaba con estar una vez y estuve dos veces. Es algo espectacular. Siempre me va a quedar la sensación de que para mí pudo haber sido un poco mejor, que podría haber jugado la final de singles contra Nicolás".
Una de las anécdotas finales del periplo dorado por Atenas, fue el hecho de que Massú olvidó sus medallas en la Villa Olímpica. "Me fui rápido, porque me tenía aburrida la vida en la Villa. No tenía ganas de seguir encerrado y quería ver a mis papás. Las medallas las guardé entremedio de la cama. Hice el bolso a la rápida, medio dormido. Y en el bus me puse a ver dónde las tenía, porque las quería ver. Y ahí me di cuenta de que no las tenía. Hablé con Fernando, quien me dejó tranquilo, porque él me las tenía".