*Este artículo es parte del especial conjunto por los 30 años del plebiscito de 1988 entre La Tercera y la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Ese 5 de octubre de 1988 la jornada en los canales de televisión empezó temprano. A las 7 de la mañana las principales casas televisivas comenzaron sus transmisiones sin saber que estas se extenderían hasta más allá de la medianoche. Esta fue una cobertura inédita y que se planificó con varias semanas de anticipación, ya que abarcaba no solo a los departamentos de prensa, sino también a los equipos de producción de los distintos canales.
De hecho, según recuerda Jorge Díaz, editor y conductor de Telenoche en ese entonces, en el caso de Canal 13, el evento "fue preparado por producción y lo asumió Gonzalo Bertrán. Él era periodista también y él asume la dirección de cómo montar este espectáculo que era toda la transmisión de ese día especial. Nombra a Bernardo De la Maza – periodista – y Javier Miranda –conductor de estelares buscando esta fusión para hacer una transmisión atractiva que el público quisiera ver".
Juan Guillermo Vivado, conductor de Informe Especial, fue quien abrió la transmisión de Televisión Nacional de Chile como hombre ancla la mañana del 5 de octubre. Por su parte María Isabel Matte, periodista que cubría La Moneda para el departamento de prensa de Canal 13, partió junto a su equipo al Instituto Superior de Comercio ubicado en calle Amunátegui, donde a media mañana votaría el general Augusto Pinochet.
De acuerdo al conductor de TVN, en la batalla por la audiencia partían con desventaja: "Como credibilidad institucional, la tenía más el Canal 13 que Televisión Nacional por supuesto, en la transmisión del plebiscito". Y es que, entre varios otros factores relacionados a la cobertura informativa, TVN además dependía directamente del gobierno a través de DINACOS, la división nacional de comunicación social del régimen militar.
Matte, por su parte, recuerda esa jornada de trabajo como una muy especial: "Estábamos citados a las 5 y media, 6 de la mañana al canal, lo cual significaba un tremendo madrugón, y de ahí partimos a los distintos lugares de votación. (…) Debo haber ido a votar entre medio. Después de almuerzo me fui a La Moneda a instalar." Dicha instalación se extendería hasta cerca de las 3 de la madrugada del 6 de octubre.
Jorge Díaz, en cambio, estaba encargado de preparar unos boletines horarios que nunca salieron al aire, dada la cantidad de material que había durante las primeras horas del proceso. "Yo llegué temprano, preparé todos estos boletines, y nunca fui al aire, tanto que a las 2 de la tarde, cuando ya estaba autorizado para ir a votar, hablé con Gonzalo Bertrán y le dije "no me has tirado al aire en toda la mañana" y me dice "no, es que no he tenido tiempo, hay tanto material"."
Cambio en la tarde
Esto cambiaría drásticamente durante la tarde, cuando comienza el cierre de mesas, cuyos conteos no se transmitieron en vivo como se estila actualmente, para evitar mostrar tendencias o manifestaciones desfavorables al gobierno. Aquí, los canales de televisión no cuentan con nueva información oficial para entregar y terminan tomando decisiones que hoy resultan insólitas. Así lo recuerda Juan Guillermo Vivado:
"Todo normal hasta las 4 de la tarde. No había ninguna diferencia entre lo que hacía el 13, el 7, el 11. Todos los canales dependían de alguna forma de autoridades de carácter militar. A partir de ahí hay una salida del subsecretario del Interior Alberto Cardemil, que da a conocer un resultado en que ganaba el Sí, pero se había tomado aparentemente unos lugares bastante especiales, y la idea a lo mejor era generar una sensación de júbilo para el sector. Pero llegó un momento en que no se empieza a dar nada más. Y el canal decide empezar a dar dibujos animados. Oficialmente no existía información. Incluso el Director de Prensa de la época se trata de contactar con el encargado del subsecretario y no lo podía ubicar. Y la información que tenía Televisión Nacional provenía básicamente de los comandos y los partidos políticos. Y como no había nadie que contrarrestara esa información el canal, que dependía de La Moneda, tampoco se atrevió a dar esa información que provenía de los comandos sin instrucciones de que así se diera. Y por eso se dan monos animados."
-¿Te tocó dar el pase a los monos animados?
"Sí, claro. Yo como conductor sentía una especie de frustración porque para mí no hay nada más hermoso en las comunicaciones que ser portavoz de la verdad, te duela o no te duela. Hay una anécdota. Entre medio de lo oscuro el coordinador de piso se acerca con una pizarra que dice "da pase… y la última frase era "marino". Al fin, dije yo. Bueno, interrumpimos esta transmisión – así lo entendí yo – para establecer un contacto con nuestra unidad móvil que está con el Almirante José Toribio Merino. Da pase…marino…para mí era lógico…y si había que interrumpir los dibujos animados… Y la cámara se queda conmigo. Entonces el coordinador se acerca mucho más y era: "da pase a Popeye, el marino". Y así fue, es anecdótico pero refleja un poco la situación que estábamos viviendo quienes teníamos que poner la cara al aire."
Jorge Díaz también vio como los dibujos animados se transformaban en la solución televisiva a la falta de información. En el caso de Canal 13, el Correcaminos se tomó la pantalla -para soltar las tensiones, fue lo que dijo Javier Miranda al presentar los "monitos animados"- mientras a medida que avanzaban las horas en la transmisión varios profesionales del canal seguían los pasos de la caricatura. "Hubo un desbande en el Canal. Todos se fueron para la casa. Se abandonó la transmisión general y tiraron después dibujos animados (…) Después yo presenté una película: "Dos perfectos desconocidos".
María Isabel Matte recuerda también aquella tensión de no obtener nueva información de parte de las fuentes oficiales, en su caso en pleno palacio de gobierno, y las dificultades logísticas que este lugar ofrecía para desarrollar la labor periodística:
"No teníamos celular. Nuestra posibilidad de comunicación con el exterior eran radios, walkie talkies, que además con las paredes gruesas de La Moneda, eran muy limitadas en términos de comunicación. Si nosotros estábamos en "La Copucha" yo no tenía ninguna posibilidad de hablar con el canal, solo por teléfono fijo. Si estábamos en el patio, no teníamos posibilidad de escuchar las radios (…) las radios informaban mucho desde el comando del No, que fue el primero que dio las informaciones de los resultados, entonces ahí me decían "las radios están diciendo que ganó el No" y cuando hacíamos contacto con el canal yo decía "la radio dice eso, pero acá nadie dice nada".
Juan Guillermo Vivado también resalta el rol que, a diferencia de los canales de TV, estaban cumpliendo las radios a esa hora de la noche.
"A las 8 de la noche dejé la conducción para irme a comer a mi casa, a estar con mi familia un rato, porque el noticiario lo hacía el equipo que leía en ese minuto, y yo retomo inmediatamente terminado el noticiario. Me fui a comer a mi casa y puse las radios. Y no solo la Agricultura. También la Cooperativa, la Corporación. Y todas decían que estaba ganando el No. Y yo decía, qué raro, yo no tengo esta información. Entonces cuando llego al canal de vuelta pregunto y me dicen "es que no tenemos resultados". También reconoce que el primer momento clave para comenzar a destrabar ese flujo informativo ocurre en su competencia, en Canal 13, cuando Jarpa reconoce la tendencia ganadora del No en el set de "De Cara al País".
Jorge Díaz por su parte - y con la oreja también pegada a la radio - vivió un par de momentos inolvidables a esa altura de la jornada. "A las 22:30 estaba escribiendo en mi máquina de escribir y de repente siento que hay alguien detrás mío Miro, y estaba el director del canal, don Eliodoro Rodríguez, junto con el rector de la Universidad Católica, el Almirante Swett. Y yo me paro, los saludo y don Eliodoro me pregunta "Jorge, ¿Qué hacemos?" Se produjo un silencio (...) Unos 20 segundos que para mí fueron una eternidad. Los quedo mirando y les digo "Don Eliodoro, aquí ganó el No. Esto ya es definitivo. No podemos dar otra interpretación que esa". El Almirante me miraba con una cara de angustia. "Ya" me dijo don Eliodoro, y se fue" .
Tras esa escena y la deliberación de los directivos del 13 sobre cómo seguir, Díaz fue al aire con Telenoche, presentó la película y se quedó en sus escritorio, trabajando. De repente entra Gonzalo Bertrán gritando "Bernardo, Bernardo, buscando a Bernardo De la Maza. Y mira para todos lados y no encuentra a nadie. Me encuentra solamente a mí. Se habían ido todos para su casa (...) Y me dice "¡al estudio!". Arriba se había tomado la decisión de continuar con la transmisión". Ahí se quedó Jorge Díaz con un camarógrafo, un productor, dos teletipos con información de las agencias Upi y Orbe, y nada de información oficial desde el segundo cómputo, donde todavía ganaba el Sí, aunque por un margen más estrecho.
Luego vino el famoso reconocimiento del genera Matthei. Una declaración que se pudo escuchar íntegra solo a través de la radio ya que a los canales de TV, en especial a Canal 13 que seguía con su transmisión, la llegada de los miembros de la Junta de Gobierno los pilla desprevenidos. Así lo recuerda María Isabel Matte.
"Un momento clave fue cuando llegaron los de la Junta, que entraron por la puerta de Alameda de La Moneda. Yo me acuerdo que entraron, y uno no tiene la cámara prendida todo el rato, entonces en el registro de televisión nuestro no aparece el general Matthei, no aparece diciendo ganó el no (…) Y por eso que yo aparezco en el despacho diciendo "El General Matthei ha dicho qué…", porque la cuña no la teníamos, por una razón técnica. Aparecieron de repente por la puerta de la Alameda.
Finalmente había información fundamental que emanaba de La Moneda. Comenzaban los resultados oficiales y los reconocimientos al triunfo del No pero TVN ya había cerrado su cobertura especial.
"Nosotros terminamos la transmisión antes de saber el último cómputo que dio Alberto Cardemil. Nosotros lo dimos como extra y lo hizo Darío Rojas." Recuerda Juan Guillermo Vivado.
Canal 13, por su parte, seguía al aire. Se sucedían los pases entre Jorge Díaz en el estudio, Claudio Sánchez en el edificio Diego Portales y María Isabel Matte en La Moneda, esperando el reconocimiento oficial de la derrota en el plebiscito.
"Debe haber sido como media hora después que nos avisaron que iba a hablar el Ministro del Interior, Sergio Fernández, que estaba en La Moneda. Yo incluso estoy parada, no detrás sino como a un costado porque era la forma de hacer el despacho con el móvil" recuerda María Isabel Matte y agrega: "A mí me criticaron mucho porque estaba ojerosa y poco contenta porque había ganado el No. Las ojeras eran del madrugón que me había pegado. Me levanté a las 5 de la mañana y nos quedamos hasta las 2 o 3 de la mañana, que fue cuando cerramos las transmisiones".
Su labor periodística tuvo repercusiones. Y no solo a nivel informativo.
"Me acuerdo que fue súper ofensivo para mí una columna del diario La Época que se tituló "La Voz del Poder" porque yo había hablado desde La Moneda y me tocó decir "el gobierno reconoció el triunfo del No". Es verdad que lo dije. Pero yo hablaba por el Canal 13 y no por el poder".
Quien sí estuvo cerca de convertirse en la voz del gobierno para dicho plebiscito fue, precisamente, Juan Guillermo Vivado.
-¿Alguna vez te llamaron de las campañas?
"Sí. Me citaron a La Moneda, en realidad. Yo dije ¿por qué me están citando a La Moneda, segundo piso? Había civiles, militares, una reunión muy cordial. Y me dicen que el rostro del No era Patricio Bañados y los estudios demostraban que la persona creíble que había eras tú, por lo tanto queremos que seas el rostro del Sí. Yo en ese minuto creí que me venía un infarto. Y le dije a todos: agradezco saber que tengo esa credibilidad, pero en rigor yo la tengo precisamente por no tener una inclinación política. Y yo no quiero perder en 15 segundos lo que he ganado hasta el día de hoy en la televisión. Así que le agradezco a quien crea que yo soy la persona, pero yo no puedo aceptar eso. Y me fui de La Moneda creyendo que llegando el canal me iba a encontrar el sobre de color azul. Pero yo no estaba dispuesto a jugarme mi capital de comunicador en una reyerta política en la cual estaba convencido que no había que tener una posición. Y no lo acepté no más."