Heridos por su incapacidad para detectar la turbulencia de hace 10 años con la caída de Lehman, funcionarios, operadores y economistas miran el reloj preguntándose cuándo y dónde se dará la próxima crisis.
Bloomberg
10 oct 2018 10:05 AM
Heridos por su incapacidad para detectar la turbulencia de hace 10 años con la caída de Lehman, funcionarios, operadores y economistas miran el reloj preguntándose cuándo y dónde se dará la próxima crisis.
Gurría admitió que "el pensamiento dominante económico y los modelos en los que se basaba no reflejaban ni la realidad económica ni la vida de la gente".
El jefe asesor económico en Allianz, cree que los incentivos internos persisten mal alineados.
En entrevista con PULSO TV, economista y decano de la Facultad de Gobierno UAI, aseguró que hay que aprender a convivir con las crisis.
En una columna de Financial Times, el economista que anticipó la crisis financiera describe los factores que llevarán a un nuevo colapso económico.
El economista, Ignacio Briones, asegura que es "absurdo tratar de predecir una crisis y más aún predecir la magnitud de una crisis".
Al ex presidente del Banco Central Europeo le preocupan los niveles de deuda de los países en desarrollo, mientras que el columnista de FT critica que las políticas no apuesten por una transformación.
Hacia fin de año la tasa del Tesoro a 10 años, debería estar cerca del 3,0%, y luego, lentamente alcanzar el 4,0% en 2020.
Hubo caminos rápidos, como el tomado por China; de media velocidad, como el transitado por EEUU; o simplemente lentos, como el que enfrentó la zona euro. La Gran Recesión los golpeó a todos con fuerza y varios factores influyeron en la capacidad de recuperación.
La crisis financiera habría sido de una magnitud mucho mayor si la Fed y el Tesoro no hubieran otorgado fondos para el salvataje de firmas de importancia sistémica para el país y, en algunos casos, para el mundo. A regañadientes, demócratas y republicanos respaldaron rescates de miles de millones, dirigidos tanto al sistema financiero como a la industria automotriz.
El economista no respalda la corriente de desregulación de Donald Trump, que apunta a reglas introducidas para prevenir una nueva crisis financiera. Y aunque ve en buena forma la actividad estadounidense, cree que se avecina una desaceleración dada la escasez de trabajadores.
El enfoque para prevenir una nueva crisis en el sistema financiero cambió con la llegada de Trump. Aunque aún no se barren las reglas implementadas por Obama, los riesgos aumentan con la profundización de la desregulación.