La noche del 16 de octubre de 1998, mientras el entonces senador vitalicio Augusto Pinochet convalecía de una operación a una hernia en su columna en la London Clinic, el inspector de Scotland Yard, Andrew Hewitt, procedió a leerle la orden de detención en su contra por delitos de genocidio. El dictamen lo mantendría casi un año y medio con arresto domiciliario en la capital británica.
Mónica Pérez
16 oct 2018 04:30 AM