En 2014, Sergio García Valdés presentó un recurso ante el Arzobispado de Santiago, cuestionando premios periodísticos entregados por esa casa de estudios a una publicación que, a su juicio, se burlaba del catolicismo. Tras casi cuatro años sigue acudiendo a instancias religiosas. Va en la séptima. "Veo a la Iglesia como atemorizada ante estos temas, que parecen poco modernos", se lamenta.
