Tras una búsqueda de años, el coronel de las SS responsable de la deportación y muerte de millones de judíos en Europa durante la II Guerra Mundial, fue ubicado en Argentina por los agentes del Mossad y sacado de forma clandestina a Israel. Allí enfrentó los tribunales y condenado a muerte, aferrado a la tesis de la obediencia debida. En la hora final, hace exactos 60 años, solo tuvo un último deseo; beber una botella de vino.
31 may 2022 04:30 AM