“Frente a este escenario fiscal limitado que se perfila hacia el futuro, Chile debe retomar dos prácticas esenciales. La primera es avanzar en un acuerdo técnico y transversal lo más amplio posible sobre los temas clave para el progreso del país, y definir un mecanismo de financiamiento sostenible. Y lo segundo, como nos recordaba el buen Churchill, realizar una tarea que no es muy distinta a la que cada mes realiza la mayoría de las familias chilenas con su presupuesto, y que en el arte de gobernar se le llama: priorizar”.