Dicen que es "oro verde" para los agricultores en aprietos y se ha convertido en una industria de miles de millones de euros que florece en uno de los países más pobres de Europa: Albania.
BBC Mundo
3 dic 2016 04:36 PM
Dicen que es "oro verde" para los agricultores en aprietos y se ha convertido en una industria de miles de millones de euros que florece en uno de los países más pobres de Europa: Albania.
Cuando asumió en Albania, cuadro que ayer logró un histórico triunfo, Gianni de Biasi debió buscar por el mundo a sus jugadores.
Pese a que no tienen asegurado el paso a octavos, el Primer Ministro entregará un premio en dinero al seleccionado.
Albania estuvo a minutos de robarle un punto a un equipo galo que no mostró mucho, pero en los descuentos anotaron Griezmann y Payet para un 2-0 que los instala en octavos de final.
Los suizos vencieron por 1-0 a un rival que disputó gran parte del partido con un jugador menos.
Su apertura al público ha generado el interés de miles de personas, que han visitado este símbolo de la Guerra Fría que estuvo oculto casi cuatro décadas.
Aleksander Kolarov, titular en el partido, protegió a sus adversarios cuando eran atacados por los hinchas locales.
Esto ocurrió en el pleito entre Serbia y el elenco albanés, por las eliminatorias de la Eurocopa. Todo partió por un drone.
"Nadie debería usar la religión como excusa para acciones contrarias a la dignidad humana y a los derechos fundamentales", reclamó el Pontífice en alusión a la campaña del terror del Estado Islámico.
La prensa lusa fue muy crítica tras la derrota de su Selección en el encuentro clasificatorio para la Eurocopa.
La selección campeona del mundo ganó por 2-1, mientras que los lusos perdieron como locales.
El país formó parte de la lista de objetivos de espionaje desde antes de ingresar en la OTAN en 2009, debido a las redes de crimen organizado en la nación balcánica.
Para incorporarse al bloque deberá superar los altos niveles de corrupción y criminalidad.
En la capital, Tirana, protestan en contra del gobierno del primer ministro, el conservador Sali Berisha.
Paquetes sospechos en las delegaciones diplomáticas de Finlandia ante la Santa Sede y de Albania, Egipto y Eslovenia en Roma, eran regalos navideños.