El 9 de julio, en su última aparición pública, Pablo Longueira evidenció un cansancio que preocupó a su comando. Había perdido, además, varios kilos. A esas alturas, el candidato ya había notificado a La Moneda que atravesaba por una severa depresión. Un cuadro médico que se consolidó en los días siguientes, gatillando su sorpresiva salida de la escena presidencial y remeciendo, una vez más, el tablero oficialista.
J. Pinochet, F. Artaza, P. Durán, D. Labarca y C. Rendic
19 jul 2013 11:08 PM