La Escuela Amaranta Gómez comenzó en abril de este año con seis niños trans que hasta entonces estaban desescolarizados. Hoy tiene 19 alumnos y espera recibir muchos más. Pero este no sólo es un espacio educativo para niños transgénero, sino que también para niñas y niños que han sido víctimas de bullying en sus otros colegios, menores derivados desde Tribunales de Familia o programas de apoyo y prevención de violencia intrafamiliar. Aquí los sin lugar han encontrado un espacio.
Por Juan José Richards / Fotos: Constanza Miranda
11 oct 2018 05:23 PM