Qué importa si se trata de recién iniciados o diestros conocedores: Culto presenta un pantallazo general —por qué no una invitación— del que acaso es el legado más argentino de todos: su rock.
1 feb 2020 02:01 PM
Qué importa si se trata de recién iniciados o diestros conocedores: Culto presenta un pantallazo general —por qué no una invitación— del que acaso es el legado más argentino de todos: su rock.
¿Cómo es que la ópera prima de una banda logró convertirse, contra todos los pronósticos —incluso los propios—, en un superventas; en un álbum esencial para la cultura punk latinoamericana, y en el catalizador de dos géneros tan distintos, como lo son el rock barrial y la cumbia villera? Walter Lezcano, periodista y escritor correntino, busca dar con todas esas respuestas. Como parte de la colección Vademécum, se acaba de editar Un regalo del diablo, donde repasa las historias que dieron vida a Valentín Alsina, punto de partida de 2 minutos y el disco que los convirtió en un clásico.
Aunque escribió lo que se considera la primera gran canción chilena contra la sociedad machista y patriarcal, su autor considera que el problema venía de mucho antes. Aquí, habla de LasTesis, de la ultraderecha, de Daniel Jadue y de por qué El Reemplazante es su serie favorita.
El cantautor argentino fue galardonado con el reconocimiento a Mejor Álbum de Pop Rock y Mejor Canción de Rock. Este es el cuarto y quinto Grammy que gana tras más de cuarenta años de carrera.
El cineasta acaba de presentar una novela donde cuenta la historia de un realizador fracasado que busca encontrar una nueva ruta en su destino bajo la sombra de su héroe máximo, quien no es un personaje de ficción, sino completamente real. Sobre el proceso de escritura, pero también sobre cine y libros conversó con Culto.
Músicos, intelectuales y artistas han comentado públicamente la crisis social chilena. Mientras algunos envían saludos de apoyo otros buscan explicaciones. Acá sus mensajes.
Calamaro brindó un concierto espectacular con una banda de músicos experimentados y certeros como suelen ser los trasandinos.
Lanzado en 1999, el gran disco doble de Andrés Calamaro se levanta como una torre de la canción popular. Un álbum de un linaje extinto, con la desesperación de los náufragos en un país que iba rumbo a su propio iceberg.
El productor Joe Blaney tenía experiencia con Charly y su naturaleza excesiva. Había trabajado con The Clash, Prince y Keith Richards. Pero nunca se imaginó que, de la mano de Andrés Calamaro, tras el éxito de Alta suciedad y Los Rodríguez, embarcarse en Honestidad brutal sería una experiencia salvaje. "Teníamos como 30 canciones, comenzamos a hacer overdubs y agregarles cosas, y después me dice que quiere hacer el disco con 100. Le dije que era la idea más desquiciada que había escuchado en todo el mundo", cuenta al teléfono para Culto.
Sobre la segunda parte de los noventa, Andrés Calamaro explotó su faceta como solista: dejó atrás a Los Rodríguez y construyó una triada de álbumes que atravesó el éxito, pero también sus límites corporales y los excesos. Walter Lezcano, poeta y escritor, admirador de ese período hiperprolífico, escribió un ensayo en el que vincula la obra más arriesgada de El Salmón con la peor crisis económica e institucional de la historia argentina.
"Pido respeto señores —reclama el cantante—: soy Diego Armando Canciones". Grabado en Los Ángeles y editado en medio de algunas polémicas, el último disco de Calamaro es un disco de rock & roll para la trinchera de marfil.
Mientras Calamaro continúa su gira latinoamericana, en Culto debatimos sobre la obra más importante de su prolífica discografía. ¿Cuál es el mejor disco del Salmón?
En dos composiciones incluidas en el disco Honestidad brutal, el músico rindió tributo al exfutbolista, a quien considera uno de sus ídolos. El artista invitó al "pibe de oro" al estudio, a menudo le muestra sus canciones y no titubea en defenderlo cuando le disparan críticas. "Es mi amigo y es una gran persona", canta sin rodeos.
En 2015, el argentino publicó Paracaídas & vueltas, sus diarios íntimos. Una mezcla de papeles encontrados, conversaciones con la grabadora, impresiones de sus propios espectáculos, algo de ficción y crónicas taurinas, correspondencia y retratos de amigos, y una serie de homenajes a sus héroes musicales.
El artista argentino se presentó la noche del jueves en el Gran Hotel Cochabamba. Sin embargo, el setlist original de veintitantas canciones, se redujo a 11, y -a juicio del cantante- la calidad vocal fue deplorable.