El Premio Nobel de Economía otorgado a Angus Deaton puede leerse como un aviso: la Academia recordando, en época de grandes discusiones sociales, la necesidad de dejar las ideologías de lado y volver a regirse por los datos. Y también como el triunfo de un economista de vieja escuela frente a sus colegas rockstar.
Fernando Larraín, director de Desarrollo de la Facultad de Economía y Empresa UDP
16 oct 2015 12:00 AM