Una investigación señala que nos apareamos buscando no sólo mejorar la especie y ser más sanos, fuertes o gráciles, sino también más dóciles y tolerantes, es decir, más "sociables".
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Investigadores se centraron en esa área mediante el análisis genético de poblaciones estables, respaldando la teoría de que nuestros antepasados humanos modernos emigraron de África, en lugar de evolucionar simultáneamente en diferentes sitios de todo el mundo.
Comparación genética de distintos ejemplares de la morera de papel o mahute, planta de la que se obtenía fibra para textiles, permitió confirmar hipótesis.
Antonio Rosas, experto del Museo Nacional de Ciencias Naturales en Madrid, acaba de lanzar "Los fósiles de nuestra evolución", donde retrata el evolución de los homínidos.
Según el equipo investigador, los nuevos especímenes presentaban características como llamativos premolares, visiblemente diferentes de los encontrados en otros homínidos, como el Homo Floresiensi.
Dos investigaciones lograron precisar las fechas en que los antecesores de los seres humanos vivieron refugiados de la era glaciar.
Expertos han identificado en el genoma de personas asiáticas la huella genética de una nueva especie ya desaparecida resultado del cruce de neandertales y denisovanos y que se mezcló con el hombre moderno hace miles de años.
Los expertos analizaron el genoma de alrededor de 4.500 personas vivas, identificaron los fragmentos de ADN neandertal y hallaron que los presentes en los cromosomas 1 y 18 se relacionaban con cerebros menos globulares y, por tanto, más alargados.
Tras reconstruir en 3D el tórax de un neandertal, los resultados revelaron que tenía una apariencia muy distinta a la imagen estereotipada de cavernícola con pecho en forma de barril que se tenía hasta ahora.
Para que los humanos prehistóricos comenzaran a formar sociedades más complejas primero tuvieron que establecer estructuras para entregar cuidados más allá del entorno familiar, y así, dar forma a los atributos psicológicos, sociales y cognitivos que tienen los humanos modernos.
Tras un nuevo análisis de los huesos de manos y brazos de restos neardentales, se descubrió que los individuos en realidad no dependían principalmente de la fuerza en sus actividades cotidianas.
Tras un análisis, los expertos descubrieron que el dibujo fue efectuado con un trozo de ocre directamente y en una superficie que había sido alisada anteriormente.
Los neandertales disponían de un cerebro mayor, con 1.500 centímetros cúbicos frente a los 1.300 de los humanos, y entre un 10 y un 15% más de masa muscular
Físicamente muy robustos, fueron capaces de sobrevivir a épocas tan duras como la edad de hielo pero sucumbieron con la llegada de una nueva especie procedente de África, el Homo sapiens.
El descubrimiento confirma que los neandertales utilizaban mezclas de pigmentos sofisticadas y practicaban la ornamentación del cuerpo, incluso mucho antes que ello se haya podido documentar entre los primeros hombres modernos de África.
