Un 23 de agosto de 1911, la pintura de Leonardo Da Vinci fue sustraída del museo del Louvre por un ladrón invisible. Estuvo desaparecida por dos años hasta que fue encontrada en Florencia. El robo la convirtió en una celebridad, siendo hasta hoy la pieza más visitada de la pinacoteca francesa. Hace un mes fue cambiada de sala, lo que ha provocado protestas por las largas filas y los escasos segundos que los miles de visitantes tienen para verla.
Denisse Espinoza
23 ago 2019 01:06 PM