Los atacantes llegaron, dispararon con armas de fuego y luego rociaron parte del centro comercial con una sustancia inflamable antes de encenderla y huir, indicaron los fiscales a cargo del caso. Los siniestros en mercados públicos son provocados frecuentemente por bandas delictivas que extorsionan a los propietarios de los puestos a cambio de no hacerles daño.
“El Gobierno ruso debe llevar a cabo una investigación rápida y transparente de las circunstancias de este salvaje ataque y garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia”, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller. La propia periodista contó en un video que los atacantes, aún sin identificar, intentaron cortarle un dedo para desbloquear su teléfono móvil.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, señaló que este tipo de ataques muestran “por qué es vital apoyar a Ucrania para defenderse ante las agresiones del Kremlin”. Mientras, el Ministerio de Exteriores galo tildó el ataque de “crimen de guerra” y aseguró que “no debe quedar impune”.
El jefe de la Administración Militar Regional de esa ciudad ucraniana, Maksim Kozitski, indicó que Rusia “tiene como objetivo” edificios residenciales, según varios mensajes publicados a través de Telegram en los que ha añadido imágenes y videos del inmueble dañado. Las autoridades señalaron que este balance preliminar de víctimas fatales puede aumentar en las próximas horas.
El secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa ucraniano, Oleksii Danilov, señaló que, en caso de que se produjera un ataque ruso contra la planta, la comunidad internacional debe tener una reacción “instantánea” y contundente.
El mandatario ucraniano dijo que la información la recibió de agentes de Inteligencia de su país y que un eventual bombardeo ruso a la planta nuclear implicaría una peligrosa liberción de energía. El Kremlin rechazó la acusación de Zelensky tachándola como “otra mentira”.
La delegada regional de Los Ríos, aseguró que anunciarán la querella una vez que terminen las diligencias correspondientes instruidas desde Fiscalía.
La Fiscalía de Los Ríos instruyó a la BIPE y al Laboratorio de Criminalística de la PDI realizar las primeras diligencias investigativas en el lugar. Hasta el momento, no se consignan personas detenidas tras el suceso y desde la Delegación Presidencial de Los Ríos anunciaron una querella criminal contra quienes resulten responsables.
Hasta el lugar se trasladó personas de Labocar de Carabineros para levantar las primeras evidencias en el lugar.
"El Gobierno debe realizar todos los esfuerzos para reestablecer a la brevedad el Estado de Derecho en el Biobío y generar acciones con mayor efectividad", señaló el gremio.
La reanudación de los combates se dio dos días después del colapso de la represa de Kajovka, en el río Dniéper, que desencadenó medidas para evacuar a los residentes de decenas de zonas inundadas. Funcionarios de ambas bandos dijeron que al menos 14 personas murieron a causa de los anegamientos. Miles más se quedaron sin hogar y decenas de miles no cuentan con agua potable tras la ruptura del embalse.
Jean-Baptiste Trogneux, sobrino nieto de la esposa del mandatario galo, Emmanuel Macron, fue atacado frente a su negocio el 15 de mayo, en el marco de una manifestación contra la reforma de las pensiones del Gobierno.
Las autoridades moscovitas señalaron “hasta el momento nadie ha resultado gravemente herido”, mientras que por razones de seguridad los servicios de emergencia han evacuado a los residentes de la zona atacada por los aviones no tripulados ucranianos.
El alcalde de Sebastopol, Mijail Razvozhaev, indicó que la Armada rusa ha derribado dos vehículos aéreos no tripulados que tenían armas pequeñas, mientras que “varios drones más” fueron atacados.
Moscú atribuyó el operativo en la región de Belgorod, en el suroeste de Rusia, a saboteadores del ejército ucraniano. Kiev lo calificó como un levantamiento de guerrilleros rusos en contra del Kremlin. Ucrania aseguró que grupos clandestinos como el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad de Rusia, descontentos con las políticas de Putin, fueron los responsables del ataque.
