Funcionarios del Kremlin dijeron que los drones no causaron heridos ni daños significativos, pero los ataques del lunes por la noche y este martes por la mañana plantearon dudas sobre las capacidades de defensa de Rusia más de un año después de que se inició la invasión a gran escala de su país vecino.
Un día después de la visita del presidente Volodimir Zelensky a Bruselas y en medio de las negociaciones con los líderes europeos para el envío de armamento, Moscú ha realizado un nuevo ataque con drones y misiles contra objetivos clave de la región de Járkov, en el este de Ucrania.
De acuerdo con la prensa local, aviones de combate israelíes impactaron un lugar de las milicias en la parte central de la Franja de Gaza. Las acciones del miércoles se produjeron después de que el grupo Hamas amenazó a Israel por la postura de autoridades del gobierno hebreo, que han prometido duras sanciones contra los palestinos que se encuentran detenidos en prisiones israelíes.
El Ministerio de Defensa de Ucrania indicó que los ataques dañaron 18 edificios residenciales y 10 instalaciones de infraestructura crítica, entre ellas varias centrales eléctricas, en 10 regiones. Por su parte, el canciller Dmytro Kuleba, condenó a Rusia por disparar misiles durante las vacaciones de invierno y lo calificó como un acto de “barbarie sin sentido”.
El asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, aseguró que los incidentes de este tipo en territorio ruso aumentarán en los próximos meses, la agencia de noticias ucraniana Unian. “Todo lo que está pasando hoy en Rusia (...) está relacionado con la pérdida de control de los procesos de la propia Rusia”, dijo Podoliak.
"Ayúdense unos a otros y protéjanse siempre”, señaló este viernes el mandatario ucraniano en el discurso diario a sus compatriotas. Pero también envió un mensaje por separado a los ciudadanos rusos: "el terror nunca queda sin respuesta”.
Rusia, además, sufrió pérdidas importantes en los últimos combates en torno a la ciudad de Bajmut, en el Donbás, donde una unidad rusa de entre 400 y 800 hombres cayó en una emboscada, siendo “puesta fuera de combate”, señaló el asesor presidencial ucraniano, Oleksiy Arestovich.
Las autoridades rusas de Donetsk denunciaron daños por un bombardeo contra un hospital infantil. Otros ataques han causado importantes desperfectos en 20 edificios residenciales de varios pisos del distrito de Kievsky, en esta ciudad
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques ucranianos se realizaron con drones de fabricación soviética. Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, el cual dividió a Rusia y a Ucrania, éste último país heredó algunos drones Tu-141 Strizh de diseño soviético, los cuales se empezaron a utilizar en la década de 1970 y tienen un alcance de 1.000 kilómetros.
El mandatario ucraniano anunció que su gobierno analiza “nuevas soluciones” para evitar que Rusia “manipule la vida interna de Ucrania”, aunque por ahora ha preferido no entrar en detalles. Dijo, además, que alrededor de seis millones de casas de todas las regiones del país y la capital Kiev, están sin electricidad.
El llamado de Kiev a su diáspora para que permanezcan en el extranjero está obligando a muchos a cambiar sus vidas nuevamente y convertir su huida temporal en una mudanza permanente.
El representante de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, afirmó este miércoles ante el Consejo de Seguridad de la ONU que “estamos atacando instalaciones de infraestructura en Ucrania en respuesta al bombardeo de este país con armas occidentales y los imprudentes llamados de Kiev a una victoria militar sobre Rusia”.
El mandatario de Ucrania, en una video conferencia ante Consejo de Seguridad de la ONU, dijo que, en condiciones en las que la población soporta temperaturas bajo cero y decenas de millones de personas se quedan sin electricidad, los ataques contra la energía ucraniana, que también afectan a otros países, se convierten en la “fórmula rusa para el terror”.
Anatolii Kurtiev, gobernador local de la ciudad donde se ubica la central nuclear más grande de Europa, señaló que varias personas podrían haber quedado atrapadas debajo de los escombros, puesto que había empleados trabajando en la infraestructura siniestrada.
