PULSO
12 mar 2018 01:48 PM
En su último tuit como Mandataria agradeció el apoyo de los ciudadanos y agregó que "ama profundamente Chile".
La ex presidenta Bachelet abandona La Moneda con un rotundo "a esto no vuelvo más", mientras Sebastián Piñera asume su segundo mandato apelando a un gobierno de unidad. El cambio de mando transcurrió casi como una secuencia de escenas que ya se habían rodado alguna vez.
El menor de los hermanos Piñera protagonizó un extraño episodio con los medios de prensa en las afueras del Congreso Nacional. Al ser cuestionado por su ausencia en el salón de honor dijo que en cuanto entrara su hermano, él se haría parte de la ceremonia.
La banda presidencial en manos del presidente del Senado, quien oficia de anfitrión de la ceremonia; la piocha -símbolo del poder- que se pasa directamente de un presidente a otro; la retirada del mandatario saliente del Congreso para no opacar a su sucesor; el juramento de los nuevos ministros, son parte de las tradiciones del acto solemne del cambio de mando. Aquí algunos episodios que marcaron los traspasos de la historia reciente.
Aunque Piñera lo sabe mejor que nadie, porque el tema quedó inscrito en su experiencia en La Moneda, nunca debiera olvidarse que es más fácil que los gobiernos se caigan en lo chico que en lo grande. Y que una vez cometidos los errores voluntarios o forzados de rigor, es preferible reconocerlos a tiempo y pedir perdón.
Este domingo ya no se está reemplazando una coalición, sino a una persona y su círculo por otro; se sustituye el porfiado personalismo de Bachelet por el presuntamente más eficaz de Piñera; se reemplaza una casta ejecutiva probadamente inepta por otra a la que se supone más eficiente.