La empresa de los panelistas del programa Giancarlo Barbagelata y Juan Marcelo Valenzuela -ambos cercanos a Franco Parisi- se hizo cargo de la campaña por ese monto, lo que generó la molestia de algunos militantes. "Era la más económica", justifica el presidente del partido, Luis Moreno.
Pedro Gubernatti creó un grupo de WhatsApp para enviarle un mensaje a los parlamentarios de su colectividad. Pese a su intento por mejorar la comunicación y arreglar las diferencias, el diputado Gaspar Rivas abandonó la instancia inmediatamente.
Junto a los panelistas del programa online Bad Boys, el exabanderado del PDG desmenuzó el programa de gobierno de Gabriel Boric, con énfasis en los temas económicos y sociales.
La decisión se tomó en el círculo más estrecho del candidato y, aseguran en el comando, fue el propio Boric quien tuvo la última palabra. Pese a que en ese equipo reconocen que no sumarse al programa "Bad Boys" podría traer costos electorales, las dudas respecto de una posible “encerrona”, los supuestos contactos previos entre José Antonio Kast y el líder del Partido de la Gente y la deuda de pensión de alimentos de Parisi terminaron inclinando la balanza.
El candidato basó su argumento en la deuda impaga por más de $207 millones en pensión de alimentos que enfrenta el líder del Partido de la Gente, arguyendo que “sé que electoralmente sería rentable ir porque hay mucha expectación, lo vería mucha gente, podría tener un espacio para desarrollar nuestras propuestas, sin embargo, creo que en elecciones y en la vida en general uno tiene que guiarse por principios”.
El candidato por el Frente Social Cristiano comenzó su intervención refiriéndose a la demanda por pensión alimenticia que enfrenta el líder del PDG, advirtiéndole que “yo no conozco el detalle, no sé en qué está la situación, sí sé que, en el caso de una condena, vas a tener que hacerte cargo de esa situación y cumplir”.
Nadie imaginó que un programa online llamado Bad Boys tendría importancia en la segunda vuelta presidencial. La arena de la política tradicional se movió a las redes, un mundo que funciona con otras reglas y otros líderes de opinión.
