Los incidentes del fin de semana pasado en el concierto de Bad Bunny, que terminaron con dos jóvenes muertos, pusieron a este género musical en el mapa. Un estilo controvertido asociado a la droga y la delincuencia que, aunque no es nuevo, ha crecido en el último tiempo, especialmente entre las nuevas generaciones.
Dos caóticos shows en regiones obligaron a reforzar la seguridad del tour del boricua, que vuelve a fin de año.
En tanto, su acompañante, Camilo Astudillo, quedó a la espera de ser citado por obstrucción de la justicia, luego de que cambiara la versión de lo ocurrido.
El espectáculo concluyó una hora antes de lo previsto debido a disturbios al interior del recinto. Se constató que tanto las víctimas fatales como el conductor del vehículo habían asistido al show del cantante de trap.
La nueva versión de la cita, que se hará en el Hipódromo en noviembre, tendrá nombres como Lanza Internacional, Chico Trujillo, Bad Bunny y Bejo.
