Para conocer de verdad esta ciudad hay que comer. Y caminar. Si uno recorre sus estrechas calles y vericuetos, se encuentran los mejores lugares para degustar las sardinas, el bacalao, los quesos, el oporto y, sobre todo, el pasteis de nata. Ya sólo por este último vale la pena un tour gourmet.
Nicole Saffie
6 jul 2018 06:28 PM