Un cómico como Benny Hill hoy sería improbable sino imposible. Pero entre los años 70 y 80 fue una de las mayores estrellas del humor internacional gracias al show con su nombre plagado de persecuciones en cámara rápida, trucos de bajo presupuesto y mujeres con poca ropa. Fuera de las luces era un hombre tacaño y acomplejado sin amoríos. Murió en soledad querido en el mundo entero menos en Inglaterra.
