En una declaración conjunta, con la presencia del presidente de EE.UU. Joe Biden, en Varsovia, los principales responsables políticos de Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Bulgaria, Eslovaquia, República Checa y Rumania, así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmaron que “Rusia es la amenaza más importante y directa para la seguridad aliada”.
El presidente estadounidense, un día después de su sorpresivo viaje a Kiev, pronunció un discurso enérgico en Polonia en el que elogió a sus aliados europeos por haber hecho frente a los desafíos del último año y envió un mensaje al mandatarioruso, Vladímir Putin, de que “la OTAN no se dividirá y nosotros no nos cansaremos”.
El Presidente ruso suspendió el tratado de armas nucleares New Start con EE.UU y Biden ofreció un desafiante discurso en Polonia, en el que señaló que Moscú nunca prevalecería en su guerra con Ucrania.
Si bien el mandatario estadounidense inicialmente se comprometió a restaurar el acceso al asilo que fue restringido por el expresidente Donald Trump, su Gobierno ha estado adoptando cada vez más prohibiciones, al estilo del exgobernante republicano. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles prometió recusar las medidas de Biden en los tribunales federales.
El Presidente ruso anunció que suspendería su participación en New START. Está previsto que el presidente Biden hable dentro de unas horas en Polonia.
La televisión estatal rusa cubrió ampliamente la visita del presidente de EE.UU. a Kiev, y los presentadores dijeron que estaba claro que el mandatario estadounidense “dirige las cosas” en Ucrania, lo que encaja en la narrativa del Kremlin de que el gobierno de Zelensky es un títere de Estados Unidos.
El Presidente de Estados Unidos llegó el lunes a la capital ucraniana y se reunió con el Presidente Zelensky. Anunció otros US$ 500 millones de ayuda adicional, un nuevo paquete en el que están incluidas armas de largo alcance e incluso otro tipo de armamento que "no se ha suministrado antes".
Medios internacionales indicaron que el Presidente estadounidense ya abandonó el país, luego de anunciar la ayuda de 500 millones de dólares adicionales para Ucrania, más sanciones económicas para Rusia y el nuevo envío de más armas desde Estados Unidos.
Impactado por la balacera que costó la vida de ocho personas en el estado de Misisipi, el mandatario calificó la violencia armada como “una epidemia” en Estados Unidos y afirmó que “los pensamientos y las oraciones no son suficientes”, sino que el Congreso debe actuar de inmediato.
“El presidente Biden sigue siendo un hombre sano y vigoroso de 80 años, apto para ejecutar con éxito los deberes de la presidencia”, indicó el doctor Kevin O’Connor en un informe después de que le haya realizado un exhaustivo examen. Al mandatario se le extrajo una pequeña porción de tejido corporal por una lesión en el pecho, que se envió a biopsia, contó el médico personal del gobernante.
El caso ha puesto en cuestión la gestión realizada por el presidente de EE.UU. en cuanto al material supuestamente protegido y ha dado alas a los republicanos, que han utilizadla situación para denunciar un doble estándar, tras las acusaciones vertidas el año pasado contra Donald Trump por conservar también documentos.
En los últimos meses la guerra en el este de Ucrania se encuentra en una suerte de punto muerto en el que ninguna de las partes ha obtenido una ventaja. Los funcionarios de Biden, dice el diario, creen que la coyuntura crítica llegará a mediados de marzo, cuando se espera que Moscú lance una ofensiva y Kiev monte una contraofensiva en un esfuerzo por recuperar el territorio perdido.
Cuatro objetos no identificados fueron derribados en Norteamérica, dos de ellos este fin de semana. El primero era un globo de vigilancia de origen chino, pero se desconoce el origen de los otros.
El viaje del mandatario estadounidense, programado del 20 al 22 de febrero, se realizará en instantes que los republicanos, que tomaron el control de la Cámara de Representantes recientemente, han expresado escepticismo o su total rechazo a seguir con el financiamiento al gobierno ucraniano.
La visita del gobernante brasileño a Washington acercó posturas entre ambas naciones después de que durante el mandato del expresidente Jair Bolsonaro las relaciones se vieran seriamente afectadas. De hecho, Bolsonaro y el mandatario estadounidense nunca llegaron a reunirse.
