El exmandatario brasileño permaneció este jueves durante tres horas en dependencias de la Policía Federal, según informa el diario brasileño ‘O Globo’, y en el mismo día han comparecido también otras nueve personas relacionadas con la situación judicial que afecta a Bolsonaro, quien podría ser acusado de malversación.
El expresidente dijo en su primer discurso tras aterrizar que su sucesor de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva, y sus aliados "no harán lo que quieran por el destino de nuestra nación".
El expresidente brasileño dijo en su primer discurso ante sus simpatizantes en el aeropuerto de Brasilia, que tras aterrizar que su sucesor, el actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva y sus aliados “no harán lo que quieran con el destino de nuestra nación”. Alexandre Padilha, ministro de Relaciones Institucionales del gobierno, dijo que la recepción a Bolsonaro había sido un “fracaso”.
Está previsto que el exmandatario derechista -que permaneció tres meses en EE.UU.- aterrice en el aeropuerto de Brasilia a primera hora de la mañana del jueves. El protocolo de seguridad que tienen preparado las autoridades de la capital brasileña no parece ser de su agrado y desde su partido afirman que es propio de un “presidiario” y no de un expresidente.
El Tribunal de Cuentas de la Unión, órgano que supervisa las acciones del poder ejecutivo de Brasil, votó a favor de requerir al exmandatario que regrese las joyas al banco estatal Caixa Economica Federal en Brasilia. Otras joyas procedentes del mismo país árabe, valoradas en varios millones de dólares y que también fueron enviadas a Bolsonaro, fueron incautadas por la aduana del aeropuerto de Sao Paulo.
El exmandatario explicó que si bien "siempre" ha puesto una fecha de regreso desde que está en Estados Unidos, siete días antes estudia junto a su gente "la situación de Brasil" y la de sus "contactos".
La justicia brasileña sigue una investigación contra el exmandatario por intentar ingresar ilegalmente al país joyas por valor de 3,2 millones de dólares en 2021 y que habían sido obsequiadas a él y su esposa por los saudíes. “Tenemos pesquisas en curso, audiencias en curso y, en algún momento, el expresidente será citado”, afirmó el ministro de Justicia, Flavio Dino.
El exmandatario brasileño recibió de las autoridades saudíes valiosas joyas, entre las que destacan “un collar, un anillo, un reloj y un par de pendientes de diamantes”, en octubre de 2021, como regalo para la en ese momento primera dama Michelle Bolsonaro, pero los bienes fueron incautados en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en Sao Paulo.
El exmandatario brasileño, que se encuentra de vacaciones en Florida, EE.UU., tiene abiertas varias investigaciones, incluida su presunta responsabilidad en la incitación al asalto del palacio de Planalto, en Brasilia, que tuvo lugar el 8 de enero por parte de sus seguidores, y sus ataques contra el sistema electoral, del que ha sembrado dudas sobre su validez.
Expresidente le dice a The Wall Street Journal que se defenderá de acusaciones de que fomentó disturbios poselectorales
“El movimiento de derecha no está muerto y vivirá”, dijo el exmandatario brasileño en su primera entrevista desde que se fue a EE.UU. a fines del año pasado, después de una estrecha derrota electoral ante Da Silva. A su regreso deberá defenderse de las acusaciones de que incitó ataques de partidarios contra edificios gubernamentales el mes pasado.
La visita del gobernante brasileño a Washington acercó posturas entre ambas naciones después de que durante el mandato del expresidente Jair Bolsonaro las relaciones se vieran seriamente afectadas. De hecho, Bolsonaro y el mandatario estadounidense nunca llegaron a reunirse.
Según la revista Time, el expresidente deambula por los supermercados y come pollo frito solo en restaurantes de comida rápida. En entrevista con un podcast, Bolsonaro dijo que pretende regresar a Brasil "en las próximas semanas" y hacer una "oposición responsable al actual gobierno" de Lula.
Durante una intervención en Miami ante un grupo conservador vinculado a Donald Trump, el exmandatario expresó su desconcierto sobre cómo pudo haber perdido las elecciones de octubre frente a Luiz Inácio Lula da Silva. “A Brasil le estaba yendo muy bien. No puedo entender las razones por las que decidieron irse a la izquierda”, afirmó.
El politólogo estadounidense aborda las dificultades para gobernar y la importancia del terreno de lo común. “Lo primero que hay que hacer es no empeorar la situación”, dice. Además, se refiere a la relevancia de los partidos políticos y entrega un duro diagnóstico de lo que está pasando en su país: “Cuando hay una enfermedad en la democracia, Estados Unidos se enferma primero”.
